Cuatro de los siete atracadores que penetraron en medio de un apagón a la casa de la señora Ana Maria Santana Rodríguez, ubicada en la calle Primera del reparto Amarat, sector Villa Faro, habrían resultado muertos al dispararse entre ellos en medio de la oscuridad.

Los asaltantes se habrían confundido al escuchar un disparo fuera de la casa y pensar que se trataba de la Policía.

Además, se habría establecido que Santana Rodríguez, de 43 años de edad, no hirió a ninguno de los asaltantes, sino que por el contrario puso en peligro la vida de su esposo José Arismendy Marmolejos, su hija Jennifer Cabreja, de 15 años, y su primo Francisco Rodríguez, de 38, al accionar una escopeta calibre 12 y dispararla sin control.

De los cuatro hombres muertos, la Policía sólo ha suministrado el nombre de Víctor Manuel Martínez, de 24 años de edad, quien residía en la avenida Duarte 553, parte atrás, en Capotillo.

Los investigadores del Departamento de Investigaciones de Homicidios, según fuentes de entero crédito, reconstruyeron la escena de los hechos y comprobaron que la señora Santana Rodríguez no pudo haber matado a ninguno de los asaltantes, puesto que no tenía al grupo en su probable ángulo de tiro.

No obstante, los investigadores, esperan los resultados de las pruebas balísticas para demostrar que los delincuentes se dispararon entre ellos.

En la actualidad, los investigadores cuentan con el respaldo de los patólogos forenses, quienes deberán establecer la distancia aproximada en que se realizaron los disparos mortales, lo que arrojaría luz a la investigación.

Una tesis todavía por demostrar es que los cuatro atracadores muertos dentro de la residencia dispararon contra sus tres compañeros que esperaban afuera al confundirlos con agente policiales, quienes a su vez repelieron también con disparos.

También se trata de establecer si los señores Sandy José Figueroa Alba, de 34 años y William Manuel Abreu, de 52, quienes llegaron a la residencia de la señora Santana Rodríguez a visitarla, realizaron algún disparo.

Los señores Figueroa Alba y Abreu, habrían sido recibidos a tiros por los tres atracadores que cubrían la denominada retaguardia a sus cuatro compañeros que entraron a la casa.

[b]LO QUE PUDO HABER PASADO[/b]

Los cuatro atracadores penetran a la casa de la señora Santana Rodríguez en medio de un apagón y dicen ser policías, pero de inmediato encañonan a los presentes y manifiestan sus intenciones.

Empero su plan varió al escuchar un disparo presumiblemente hecho por uno de sus tres compañeros que esperaban afuera a unos amigos de la señora Santana Rodríguez.

Este disparo originó confusión y movimiento entre los delincuentes y se pudo haber perdido la poca visibilidad existente dentro de la casa.

En este escenario se inicia un tiroteo entre los mismos atracadores al pensar que habían sido sorprendidos por la Policía, por lo que deciden enfrentarlos.

En medio de la confusión, la señora Santana Rodríguez logró alcanzar la escopeta y dispararla, pero sin tener la posibilidad de alcanzar a ninguno de los delincuentes, sino que estuvo a punto de matar a su esposo y su hija.

La reacción de la señora Santana Rodríguez surge porque en la casa sólo se encontraban los cuerpos ya sin vida de los atracadores y en las afueras rastros de sangre de los demás.

[b]PIEZAS Y EVIDENCIAS[/b]

En poder de la Policía Nacional se encuentra un carro Honda Acord, gris, placa A258407; una escopeta Chambered, calibre 12, número L876881; diez casquillos, dos proyectiles calibre 9 milímetro, cinco cartuchos vacíos, un proyectil mutilado extraído a uno de los cadáveres, una pistola Smith & Wesson, calibre 9 milímetro número TDP2614 con 10 cápsulas y su cargador; una pistola Arcus, 9 milímetro, número 01PK500333 con dos cargadores y un cuchillo.

[b]LO DIJO SANTANA RODRIGUEZ[/b]

Santana Rodríguez declaró que no conocía a los delincuentes que portando pistolas se presentaron a su vivienda y le manifestaron que eran policías, que si colaboraba «todo iba a salir bien». Añadió que la encañonaron junto a su esposo y su hija menor.

La mujer dijo que en ese momento en la calle se escucharon disparos por lo que los asaltantes huyeron pensando que era la Policía y en esas circunstancias tomó una escopeta marca Chanbered, con la que disparó varias veces.