En mayo de 1915 el doctor y general Rosalvo Bobo, ex ministro de Guerra, se levanta en armas en el norte, contra el presidente Vilbraun Guillaume Sam. La revolución cundía por todo el país.
En Puerto Príncipe se formó un complot de revolucionarios que seguían al general Bobo.
El complot fue urdido en la Legación de Portugal donde estaban refugiados los generales Edmond Polynice, Charles Delva y Herman Robin, quienes entraron en contacto con el general Emmanuel Philogéne, para atacar el Palacio Nacional.
El asalto al Palacio Nacional se dio en efecto la madrugada del día 27 de julio. El enfrentamiento fue sangriento, la prensa de la época reportó 19 heridos y un muerto. Acorralado, el presidente Guillaume Sam se refugió en la Legación de Francia.
El general Charles Oscar Etienne, jefe de la Policía, le comunicó al mandatario que ya tenía la situación controlada, y el jefe de Estado le remitió una comunicación ordenándole que tomara todas las previsiones de lugar. (Gaillard, Roger, “Los Cien Días de Rosalvo Bobo”, imprenta Le Natal, Puerto Príncipe, Haití, 1986)
El 27 de julio de 1915, el general Oscar Etienne, interpretando a su antojo las palabras del presidente refugiado, ordenó la masacre de los prisioneros políticos. Allí murieron decenas de personas, entre ellas el expresidente Oreste Zamor, quien había retornado recientemente al país y fue apresado y acusado de conspiración.
La multitud entró a la Legación de Francia, donde encontró al presidente Guillaume Sam. Arrastrado a la calle, el general Guillaume Sam fue descuartizado por la multitud encolerizada.
El general Oscar Etienne llegó hasta la Legación de la República Dominicana pero fue atrapado allí. La multitud lo acribilló y lo quemó con petróleo.
La Legación estaba ubicada en la casa número 173 de la Grand Rue, hoy avenida Jean Jacques Dessalines.
El diez de agosto el cónsul y Encargado de Negocios en Haití, Ulises Heureaux hijo, elevaría una nota de protesta a las nuevas autoridades haitianas, acompañada de una reclamación de 200 mil dólares por la afrenta.
“…. el dicho general se dispone a venir aquí también a pedir hospitalidad a la Legación Dominicana pero la forma no fue la más correcta, porque vino acompañado de quince o 20 soldados armados.
Como la hora estaba ya avanzada (esto tuvo lugar al medio día) y que las oficinas de la Legación y el Consulado General estaban ya cerradas, aprovechando mi ausencia, el señor Charles Oscar juzga necesario despachar sus hombres de armas y romper la cadena para escapar a un grupo de revolucionarios que lo venían persiguiendo para atraparlo…”
“Habiéndose refugiado en mi oficina, que se encuentra en la primera planta, él fue atrapado por sus enemigos, que no dudaron en entrar, pese a la resistencia del señor Carlos Castillo y el guardián de la Legación”.
“Desconociendo el derecho de asilo y violada la Legación por el general Charles Oscar, primero, y luego por sus enemigos, yo protesto enérgicamente, Señor Secretario de Estado, a nombre del Gobierno dominicano y estima que una indemnización de doscientos mil dólares debe ser pagada a esta Legación, así como una satisfacción dada al pueblo dominicano…” (Expediente de Relaciones Exteriores, legajo 110. Archivo General de la Nación).