Asalto e irregularidades colegios matizan elecciones Distrito Nacional

Asalto e irregularidades colegios matizan elecciones Distrito Nacional

Con un atraco a mano armada, en el que seis hombres arrebataron RD$189,000 a una comunitaria que responde a los intereses de un supuesto dirigente perredeísta y las quejas de que no funcionaban los equipos validadores de huellas dactilares o que no llegaron los técnicos comenzó el proceso electoral en el populoso barrio de Cristo Rey, en el Distrito Nacional.

El atraco ocurrió cuando la comunitaria, que solo fue llamada con el apodo de Chano, se disponía a repartir algunas partidas entre los electores que siguen a los candidatos peledeístas, los cuales tienen como aliados al Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

“Eso parecía una película, seis hombres armados, llegaron a donde Chano y a punta de armas largas le quitaron el dinero que iba a repartir”, dijo un vecino.

La mujer entró en pánico y entregó el dinero, rehusó identificarse, no quiso hablar con los periodistas y al poco tiempo llegó a la casa, rodeado de hombres armados, Aníbal Díaz, vicepresidente del PRD.

A su salida pidió amenazante al periódico HOY que no le hiciera fotos al lado de un afiche del candidato David Collado.

Déjame ver tu nombre, dijo al fotorreportero de HOY. En el vecindario, todos negaron conocer el nombre de la vecina atracada.

Los colegios. Un recorrido por los colegios electorales del Distrito Nacional permitió observar actos abiertos de proselitismo en la entrada de los recintos.

En una cantidad importante de colegios la participación proselitista de peledeístas y perremeístas era evidente.

Desde las primeras horas de la mañana de ayer las quejas eran constantes, los técnicos no llegaban o los equipos no funcionaban. Esto hizo que el proceso electoral comenzara hasta con dos horas de atraso.

El liceo del Invi, en el kilómetro 9½ de la carretera Sánchez, estuvo repleto de votantes desde las primeras horas de la mañana, lo mismo que la escuela Rosa Duarte. Las quejas eran las mismas pero lograron resolver lo de la toma de huellas cuando la Junta Central Electoral (JCE) ordenó iniciar el proceso en forma manual.

Las diferencias. El Distrito Nacional tiene 2,074 colegios electorales. En muchos de ellos se logró hacer la validación digital pero en otros, en los que no se pudo, ponían a los electores a firmar; algunos tomaban las huellas con el viejo tintado, mientras muchos se marchaban sin tinta ni firma. La metodología era diferente y el conocimiento del sistema parecía tímido.

En los barrios más populosos del Distrito Nacional había entusiasmo por el sufragio desde las primeras horas de la mañana; en los de clase media y alta, la votación era lenta.

Pasadas las 4:00 de la tarde, en la mayoría de colegios electorales visitados solo había votado del 48 al 50% de los que debían ejercer el derecho.

En la escuela República de Chile, ubicada en el sector San Carlos, de 19 colegios electorales en 10 no funcionaban los equipos que tenían la misión de validar las huellas.

Discapacitados. Fueron evidentes las dificultades de las personas envejecientes y con discapacidad para ejercer el derecho al voto. La proporción de esta población para que sufragara en sus hogares fue muy escasa.

Centros de votación con escaleras y con puertas de hierro hacían que fuera hasta difícil el acceso de estos grupos vulnerables por su estado de discapacidad.

En la Escuela Salomé Ureña, de Ciudad Nueva, los militantes del Partido de la Liberación Dominicana aplaudían y hacían proselitismo en la entrada de colegios.
En forma sutil. Era sutil la conducta de recibir prebendas a cambio del voto por parte de algunos electores, lo mismo que el comportamiento de quienes repartían recursos o “daban alguna ayuda” en los barrios más pobres.

En lenguaje de señas para recibir u ofertar recursos era evidente en sectores como Cristo Rey, Capotillo, los barrios de los kilómetros de la carretera Sánchez, Ciudad Nueva, Villa María y Villa Juana.

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