Asaltos y robos se extienden por  residenciales de SDN

Asaltos y robos se extienden por  residenciales de SDN

La inseguridad  se extiende por sectores de clase media del Gran Santo Domingo y en residenciales próximos al hospital Ney Arias Lora y la iglesia Mita, en Santo Domingo Norte, donde los ciudadanos temen aun dentro de sus hogares, ya que muchos han sido víctimas de asaltos.

En residenciales como Sara Gabriela, Maribel I, y Paseo del Llano, los asaltos, atracos y penetraciones a viviendas son el pan nuestro de cada día, por lo que miembros de la iglesia Mita han tenido que hacer guardia para evitar que la feligresía sea  atacada por los malhechores cuando van o salen del templo.

Maximiliano Mateo, quien reside en la calle Penetración, se salvó “por la gracia de Dios”, ya que tanto su yipeta como la pared frontal de su residencia presentan impactos de bala ocasionadas por asaltantes que lo atacaron conminándolo a entregarles objetos de valor.

Expresa que aunque acudió a poner la querella en el destacamento de Villa Mella, no observó ningún esfuerzo de esta institución por investigar y capturar a los malhechores.

Altagracia Espinal, la esposa, quien reside en Estados Unidos, regresó nerviosa después del hecho y desde entonces vive en sobresalto, a tal punto que ha perdido parte del pelo de la cabeza.

De su lado, Miguelina Porro, del residencial Sara Gabriela, cerca de la iglesia Mita, narra que su hija Grismely Almonte ha sido víctima de atracos en varias ocasiones, tanto  saliendo como llegando a la casa, por individuos armados de pistolas que circulan en motocicletas, aunque en ocasiones también en carros.

Dilenia A. Santiago narra que ha sido víctima de los asaltantes en tres ocasiones en menos de dos meses, entrando al residencial,  por delincuentes que se desplazan en motocicletas como en carros, quienes tienen a los moradores del lugar en “una zozobra de vida”, ya que no se puede salir ni entrar a ninguna hora.

En Paseo del Llano el grito es el mismo, y hasta un guardián que pagaban los vecinos para que permaneciera en una garita, en la entrada, frente al hospital Ney Arias Lora, abandonó por miedo.

 Mercedes Ramírez, presidenta de la junta de vecinos,  quien pertenece a la iglesia Pentecostal, explica que hasta los cultos están en peligro, por terror a la delincuencia.

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Miedo de hablar

El temor es generalizado en los residenciales Sara Gabriela, Maribel I, y Paseo del Llano, de Santo Domingo Norte, donde las familias permanecen encerradas y la mayoría habla con los periodistas desde el interior de sus viviendas, detrás de las verjas. Hay casos que los cabeza de familia lloran de  impotencia, unas veces porque han sido víctimas directas, pero otras porque algunos de sus hijos lo han sido también.

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