Asamblea OEA rechaza EU vigile democracias en AL

Asamblea OEA rechaza EU vigile democracias en AL

CARACAS (AFP).- Venezuela obtuvo una victoria diplomática en la Asamblea General de la OEA con el rechazo de una propuesta de Estados Unidos para monitorear a las democracias en las Américas, que Caracas consideró como una tentativa de injerencia en sus asuntos internos.

El ministro de Información venezolano, Andrés Izarra, reivindicó el miércoles «esta contundente victoria» y manifestó su esperanza de que «Estados Unidos reflexione acerca de las políticas que viene aplicando en América Latina».

Las relaciones entre Estados Unidos y su cuarto proveedor de petróleo, Venezuela, han sufrido un constante deterioro desde la llegada a la presidencia de Hugo Chávez en 1999, y en particular desde el breve golpe de Estado de 2002, que Washington nunca condenó.

Mientras tanto, Estados Unidos intenta independizarse del flujo petrolero venezolano que satisface entre 13% y 15% de sus necesidades, y Venezuela busca nuevos compradores para su oro negro.

La OEA se limitó a encargar a su secretario general, el chileno José Miguel Insulza, la elaboración de propuestas para «abordar situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder», subrayando que debe ser «dentro del principio de no intervención y el derecho a la autodeterminación».

Izarra insistió en que el gobierno del presidente Hugo Chávez quiere mantener las «mejores relaciones» con Estados Unidos.

Pero nadie apuesta en una mejoría en las tensas relaciones entre Washington y Caracas ante la perspectiva de las elecciones presidenciales de diciembre de 2006, donde Chávez buscará su reelección hasta 2012, fortalecido por las sucesivas derrotas que asestó a la oposición interna desde el golpe de 2002.

«Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos se van a seguir tensando», indicó a la AFP la analista Elsa Cardozo, profesora de relaciones internacionales de la Universidad Central de Venezuela y columnista del diario El Nacional.

Aunque Izarra afirmó que Caracas asumirá con «humildad» su victoria en la OEA, Cardozo consideró que el gobierno Chávez «se va a sentir fortalecido», «guapo y apoyado».

En su opinión, la decisión de la OEA «fortalece las posiciones del gobierno venezolano sobre las limitaciones que impone al escrutinio internacional en varias áreas, como los derechos humanos, pero sobre todo en materia electoral».

Destacó que Estados Unidos «tiene una política definida de presiones al gobierno venezolano y de llamar la atención sobre lo que no anda bien en Venezuela, como la vigencia del Estado de Derecho y la transparencia electoral».

La prioridad que asigna Washington a este último punto la puso de manifiesto el propio Bush al recibir, el 31 de mayo en la Casa Blanca, a la representante de la ONG venezolana Súmate, María Corina Machado, que organizó el derrotado referéndum revocatorio del mandato de Chávez en agosto pasado y que ahora centra sus actividades en la transparencia electoral.

Cardozo recordó que varias organizaciones internacionales, como el Centro Carter, la OEA y la Unión Europea declinaron observar las elecciones regionales de noviembre pasado porque las invitaciones del gobierno fueron «muy tardías», lo que «no les permitía observar todo el proceso».

Chávez, que ganó el referendum con 59% de los votos, es franco favorito para las elecciones de 2006, con un nivel de aceptación del 70% en la última encuesta de Datanálisis y una oposición dividida y desmoralizada.

Existen otros puntos de fricción entre Washington y Caracas, como los vínculos de Chávez con el presidente cubano, Fidel Castro, y con líderes y grupos de izquierda latinoamericanos, y la pulseada en torno al anticastrista Luis Posada Carriles, detenido en Estados Unidos y que Venezuela reclama en extradición bajo acusación de terrorismo.

La última controversia fue la insinuación lanzada el martes al margen de la OEA por el secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Roger Noriega, sobre una supuesta injerencia de Caracas en la crisis boliviana, terminantemente desmentida por el canciller Ali Rodríguez .

El líder cocalero boliviano Evo Morales participó en diciembre pasado en el segundo Congreso Bolivariano en Caracas y se entrevistó en los últimos meses dos veces con Chávez y Castro.

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