Una asamblea decidió someter anoche al Tribunal Disciplinario, al secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, para que sea expulsado como miembro del Colegio Médico Dominicano (CMD).

La información la ofreció el doctor Waldo Ariel Suero, presidente del CMD, quien dijo que la decisión la tomaron los médicos después de varias acciones represivas contra el gremio autorizadas por el secretario de salud.

Rojas Gómez dijo que este lunes recibirá a una comisión de los médicos, a las 7:00 de la mañana.

Explicó que en la reunión podrían discutir la posibilidad de un aumento salarial, pero tomando como base rendimiento y cumplimiento de horarios de trabajo.

Atestiguó que está dispuesto a sacrificarse en aras de adecentar la profesión y pidió al CMD extender las expulsiones hasta algunos directivos de ese gremio, que duran hasta 10 años sin ir a un hospital.

“Que comiencen conmigo y continúen con los demás”, dijo el funcionario al ser consultado con las medidas disciplinarias tomadas en su contra.

Al ofrecer la información, el doctor Suero dijo que conjuntamente con la vigilia los médicos declararon un boicot al cobro de la cuota de recuperación que Salud Pública hace a los pacientes que acuden a los hospitales públicos.

Además de Rojas Gómez, los médicos acordaron someter a la Justicia al jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, a quien responsabilizan de los atropellos contra los galenos.

El CMD consideró que el jefe de la policía y Rojas Gómez cometieron un “abuso” durante el desalojo de seis médicos de la sede de Salud Pública, donde se encontraban en huelga de hambre en demanda de un aumento salarial.

El doctor Suero definió el desalojo como un acto de “cobardía” en el que irrespetaron y violaron los derechos de los médicos.

El presidente del CMD afirmó que seguirá firme en su lucha en reclamo de mejores condiciones para los médicos, sin importar quién esté al frente del Estado, porque  su lucha es gremial y no policial.

Apuntó que solo se detendrá en la convocatoria a las vigilias permanentes y otros movimientos, cuando un alto representante del gobierno o el mismo presidente de la república les reciban, ya que no tiene nada que hablar con el secretario de salud pública.