Ascenso y expectativas

Ascenso y expectativas

El triunfo electoral de Barack Obama marcó un hito en la historia de los Estados Unidos. Los argumentos y postulados que hicieron que este hombre de color fuera atractivo para gente de todos los colores sintonizaron con la convicción de las mayorías sobre la necesidad de un cambio de rumbo. Y ese hombre asume hoy la Presidencia de su país en medio de expectativas que se hacen más firmes en la medida en que el nuevo Presidente ha ido delineando su estrategia de gobierno y conformando su equipo de trabajo. Para Estados Unidos y el resto del mundo parece marcarse hoy un antes y un después, un punto de referencia que, según las expectativas de muchos, debería conducir a cambios importantes en las relaciones de Estados Unidos con el resto del mundo.

Barack Obama ha llegado al poder en circunstancias difíciles. Las finanzas y la economía de su país han caído en una desaceleración progresiva, arrastrando a situaciones similares las economías del resto del mundo. Deberá demostrar a la sociedad de su país que sus criterios y fórmulas pueden darle a la economía la aceleración que necesita. El Presidente ha podido captar -y lo ha dicho- que la crisis es más grave de lo que parece. Eso lo mantendrá bastante ocupado, pero aún así el mundo tiene su ascenso como un punto de referencia importante y no deja de barajar expectativas de cambio que están por verse.

El diagnóstico del FMI

Desde el punto de vista del  Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía dominicana fue conducida de manera adecuada el año pasado para poder capear  las derivaciones de la gran crisis financiera de los Estados Unidos. El informe del organismo, basado en la primera revisión del monitoreo post programa, pondera positivamente las decisiones de carácter macro-económico y las reformas estructurales adoptadas.

Entre las pocas cosas que sugiere el FMI está  flexibilizar la política monetaria en caso de  que no se logre el financiamiento suficiente para la cuenta corriente y haya necesidad de contraer las importaciones. Esta proposición tiene que ver con el impacto interno que pueda sufrir el país en virtud de la crisis financiera internacional y la recesión. Salvo esta observación, parecería que las decisiones tomadas desde el año pasado para capear la crisis continuarían siendo válidas al menos en los primeros tramos del presente año.

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