El senador Antonio Taveras está encabezando una campaña de difamación contra la Asociación de Editores y Distribuidores de Libros de Texto (Asedilird), luego que estos ganaran el proceso de licitación del Ministerio de Educación, porque este busca continuar con el monopolio que mantiene por más de 20 años.

Así lo aseguraron ayer Juan Colón y Avelino Stanley quienes se mostraron deseosos de ir a los tribunales para demostrar con pruebas que lo que se quiere es sacarlos de licitación.

“Se ha acudido a todas las formas de difamación de las empresas dominicanas que obtuvimos el 30% de los lotes, acusándonos de haber cometido colusión, lo cual es imposible», expresó el escritor y editor Avelino Stanley

Juan Colón, presidente de Asedilird señaló que en la campaña difamatoria además del congresista de Partido Revolucionario Moderno por la provincia de Santo Domingo, también están los hermanos Pablo y Ernesto Cuello, propietarios de Casa Duarte.

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Según destacan, el interés marcado de sacarlos de circulación es porque, como se trata libros basados en un nuevo currículo, el senador y sus aliados podrán continuar por los próximos 5 a 10 años devengando los beneficios en exclusividad.

Colón expresó que, aunque el senador Antonio Taveras ha indicado que sus empresas desde el 2018 están retiradas de las negociaciones de libros y que retiraron el registro de proveedores del Estado, la realidad es que este lo hizo pero fue el 30 de abril del 2021, según lo presenta el portal de transparencia del MINERD, donde además da cuenta de que a Taveras le fue pagada la suma de 500 millones de pesos a su empresa IMPRETUR.

“En la página del Minerd se ve que ciertamente retiró su registro de proveedor del Estado, pero fue apenas en abril del 2021. Y, ¿por qué esperó tanto? Porque tenía que cobrar esos 500 millones de pesos que cobró. Eso lo pueden solicitar por la oficina de transparencia”, precisó Avelino Stanley.

Explicaron que de la mano de la oficina jurídica de Valerio Jiminián Roa se han constituido en parte civil con el propósito de defender su honra y todo el proceso transparente con que se desarrolló la licitación del Minerd.