Aseguradores respiran con el fin de temporada ciclónica

<p>Aseguradores respiran con el fin de temporada ciclónica</p>

Los que pronostican el tiempo habían dicho que 2006 sería otro año bestial de tormentas destructivas, generadas en los trópicos con una frecuencia rítmica. En realidad, la temporada de huracanes del Atlántico este año, que oficialmente concluyó ayer, resultó la más tranquila en casi una década. Solo se formaron cinco ciclones durante el periodo de seis meses, comparado con los 15 que batieron el récord en 2005, y ninguno de ellos afectó a Estados Unidos.

El clima relativamente apacible ha traído alivio a las agobiadas comunidades de las costas de EEUU, el Caribe y América Central, después de dos temporadas consecutivas de tormentas brutales.

Los meteorólogos atribuyen la reducción a la presencia inesperada de “El Niño”, el fenómeno climático asociado con el calentamiento periódico de las temperaturas de las aguas tropicales del océano Pacífico durante el verano.

El Niño ha contribuído a un número superior de tormentas tropicales en el Pacífico este año, incluyendo varios tifones mortales en el Este de Asia, pero también cambió los patrones de los vientos de gran altura de tal forma que interrumpió la formación de huracanes en el Atlántico. Gerry Bell, el principal pronosticador de huracanes para la National Oceanic & Atmospheric Administration (NOAA), de Estados Unidos, dijo que sería un error suponer que un año tranquilo marca el final de la actividad de tormentas por encima del promedio que había azotado el Atlántico desde mediados de la década de 1990.

 “No se debe bajar la guardia”, dijo. “Muchas de las condiciones que producen una temporada activa siguieron estando presentes este año, pero tuvimos la influyente competencia de El Niño.”

Bell advirtió que es probable que El Niño haya desaparecido al iniciarse la temporada de huracanes el primero de junio del próximo año, mientras que los factores que generaron las tormentas frecuentes durante los últimos años, como las altas temperaturas del océano Atlántico, se mantendrán.

Un total de nueve tormentas tropicales se formaron este año en el Atlántico, comparado con el récord de 28 el año pasado, y un promedio anual a largo plazo de 11. En mayo, la NOAA pronosticó entre 13 y 16 tormentas nominadas, incluyendo entre ocho y 10 huracanes.

Robert Hartwig, jefe económico del Insurance Information Institute, dijo que este año había traído un “muy bien recibido respiro” para la industria de seguros, que sufrió pérdidas relacionadas con los huracanes de más de US$80 millardos en los dos años precedentes. Pero dijo que la tendencia a largo plazo sigue apuntando a un incremento en la frecuencia y la intensidad de las tormentas tropicales.

 “Años como 2006 no ofrecen nada más que la oportunidad para reconstruir los recursos”, comentó. “Los aseguradores tienen que estar preparados para más años como 2004 y 2005”. Siete de los 10 huracanes más costosos de la historia ocurrieron en los 14 meses entre agosto de 2004 y octubre de 2005, incluyendo “Katrina”, que mató 1,800 personas y devastó una franja de la costa estadounidense del Golfo de México.

Los huracanes se han vuelto más costosos en la medida que la cifra de personas que viven a lo largo de las costas susceptibles a las tormentas entre Carolina del Norte y Texas se ha triplicado, y más, hasta 34,6 millones de personas durante el último medio siglo. Los aseguradores han incrementado seriamente las primas en las zonas costeras y, en algunos casos, se han retirado de las áreas más expuestas.

Los científicos concuerdan en que el surgimiento de tormentas forma parte del ciclo natural que todavía tiene una década o algo más por recorrer. Algunos creen que el calentamiento global también pudiera estar desempeñando algún papel al elevar las temperaturas de los océanos.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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