Asentamiento dominicano en Estados Unidos

Asentamiento dominicano en Estados Unidos

REGINALDO ATANAY
NUEVA YORK.-
Hace unos años, era considerable el número de dominicanos residentes en Estados Unidos, que ansiaba y programaba el regreso a su país, «algún día». Hoy, el número de quisqueyanos con esas ansias, ha aminorado, y es que han descubierto que pueden vivir acá, y seguir con sus visitas periódicas al sitio de sus raíces ancestrales, sin problema alguno. Y es que, como dice el refrán, la costumbre hace ley. Por acá hay dominicanos que cuentan ya con veinte, treinta y hasta cuarenta años de vivir en Estados Unidos; han criado hijos y nietos, y ellos mismos, aunque ansían el terruño lejano, de alguna manera se han acomodado aquí, y van sintiéndose como en casa.

Y es que la dominicanidad se palpa en cada rincón de Nueva York, donde vive el mayor número de quisqueyanos; lo mismo sucede en Nueva Jersey y la Florida, así como en Massachussets, Pensilvania.

En cualquier barrio neoyorquino que se camine, aparece algo dominicano; es cierto que hay muchos barrios en donde la presencia dominicana es grande, pero no puede decirse que en tal o cual es mayor, ya que no se han hecho censos.

Se dice, por ejemplo, que en el alto Manhattan, en Washington Heignts/Inwood, está la mayor cantidad de dominicanos, pero en el bajo Manhattan, por los lados de la  Pequeña Italia, hay un considerable número de dominicanos; lo mismo ocurre en El Bronx como en Brooklyn. En Terrytown… Definitivamente, hay grande presencia dominicana en Nueva York.

Cada año, la Asociación Nacional de Supermercados, fundada y dirigida por dominicanos, ofrece una fiesta en algún hotel importante de Manhattan. La asistencia es masiva, y concurren representaciones de todos los niveles comerciales, políticos y sociales de la vida neoyorquina; no sólo de dominicanos.

La entidad ha ido creciendo, sentando raíces y haciendo relaciones a nivel nacional, a tal punto, que ya es conocida en todo Estados Unidos.

En el arte culto, tenemos una buena representación en el Metropolitan Opera House: Francisco Casanova, un seibano que a fuerza de talento y dedicación está en el mismísimo nivel de los otros tenores de fama mundial.

En la política, está descollando el asambleísta Adriano Espaillat, quien trabaja ahora en procura de ser elegido presidente del Condado de Manhattan; el concejal Miguel Martínez, con su carisma y energía, sigue abriéndose paso.

Guillermo Linares, el primer concejal dominicano que tuvo Nueva York, se desempeña en una función de importancia en al gabinete del Alcalde de Nueva York; Diana Reyna, joven quisqueyana, quien es concejal, es otra señal del progreso político quisqueyano en Estados Unidos, así como el asambleísta José Peralta.

En la Bolsa de Valores, hay varios dominicanos trabajando; funcionan agrupaciones de dominicanos académicos tales como médicos, abogados, ingenieros.

En el arte popular,  Nueva York es un sitio de prestigio y empuje para nuestros artistas que quieren venir  acá a mostrar sus talentos, y regresar luego a la Patria sintiendo que, al recibir los aplausos de sus coterráneos, avecindados aquí, sienten que han triunfado.

Como se ve, los dominicanos acá han sentado reales, y expanden sus raíces, a tal punto, que desde Dominicana vienen acá los principales dirigentes políticos de allá en procura no sólo de apoyo económico, que lo reciben generosamente, sino también el apoyo moral que reciben, y la recomendación que los de aquí  dan, a sus familiares establecidos en la Patria, para que voten por tal o cual candidato.

Los dominicanos en Estados Unidos, están creciendo y van dejando caminos para emprender avances por avenidas; hace pocos años, las bodegas, unas seis mil aproximadamente, eran de dominicanos; ahora, ese número ha ido aminorando, y su lugar lo van ocupando árabes, por ejemplo. Y los quisqueyanos que van dejando bodegas, van instalando supermercados…

El asentamiento dominicano aquí es cada vez mayor. Y contribuyen ellos, con efectividad, al enriquecimiento de su comunidad… y del país.

MEDITACIÓN

Para la meditación de hoy: Hay un salmo famosísimo al que acuden los desesperados en sus momentos de tribulación. Es el 23. Dice ahí el salmista: «Aunque ande en valles de sombras de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo…»Muchos van a ese salmo, cuando son presa de la desesperación. Ponte a pensar en ese salmo, en momentos de quietud y de bienestar. Verás que al pensarlo, ratificas tu relación amorosa con el Padre de Todas las Bondades, y cuando haces eso, llegas al convencimiento de que las tribulaciones, cuando llegan, son infinitamente menor, a cuando uno acude al salmo en medio de la desesperación…

ReginaldoAtanay@verizon.net

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