Como otras historias tristes e irónicas de la vida, la manager de la asesinada actriz Mónica Spear, Katy Pulido, reveló hoy que la última vez que tuvo la oportunidad de compartir con ella fue el 12 de diciembre pasado y que para entonces le contó que quería vivir toda su vida en su tierra natal de Venezuela.
«Me dijo unas palabras, que a veces uno no lo entiende, como que se están despidiendo. Dijo yo no dejaría nunca de vivir en mi país yo amo a mi país; no Kathy la gente no es tan mala uno tiene que cuidarse pero la gente tiene corazón también», precisó Pulido.
La manager de Mónica consideró que el asesinato de la actriz fue “la gota que rebasó el vaso” e informó que el automóvil fue tiroteado cuando ya se encontraba en la grúa.
Pulido aseguró que la niña se encuentra con la familia de su padre, quienes residen en Orlando, y llegaron al país tras recibir la noticia: “Para mí Mónica era mi hija y Mayita mi nieta y esto es algo que me duele muchísimo”.
La tragedia. El director de la policía científica de Venezuela, José Gregorio Sierralta, relató a la prensa que el automóvil de la pareja sufrió un desperfecto «por efecto de un objeto contundente colocado en la vía», la autopista que une Puerto Cabello, sobre el Caribe, con Valencia, la tercera ciudad del país.
Un camión con remolque que pasaba por el lugar fue detenido por la actriz para solicitar ayuda a sus ocupantes. De acuerdo con las investigaciones preliminares, cuando los operarios de la grúa estaban trabajando en el automóvil, llegaron al lugar cinco hombres armados, por lo cual optaron por huir a pie hasta un puesto policial para informar de la situación.
Spear, su hija y Berry, un venezolano nacido en Gran Bretaña, se encerraron en el auto y «los delincuentes efectuaron múltiples disparos al vehículo», y luego huyeron sin robar nada, detalló Sierralta.