Asesinado a los 26 años

<P>Asesinado a los 26 años</P>

Claudio Caamaño, el militar aguerrido que peleó en la contienda de abril de 1965 junto al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, su pariente, y quien luego vino con él en las guerrillas  de 1973, observa, impotente y profundamente apenado, el cadáver de su hijo Francisco Caamaño Vélez, de 26 años, muerto de un tiro en la cabeza. El hecho ocurrió en Pizarrete de Baní. 

Familiares del joven  Francisco Caamaño Vélez, de 26 años de edad, quien falleció durante un tiroteo mientras compartía con amigos en un colmado en Pizarrete, de Baní, atribuyeron su muerte a la falta de seguridad ciudadana que según manifestaron se vive en el país.

Visiblemente  compungido, Claudio Caamaño, padre del joven muerto, expresó que su hijo es una víctima más de las miles que mueren cada año por la falta de seguridad existente en las calles.

Corroboró la versión de las autoridades de que el joven fue asesinado por error, ya que el proyectil iba dirigido a una persona que le acompañaba, quien se encuentra detenida.

Antonio Caamaño, hermano menor de Francisco, explicó que al hijo de su hermano lo habían designado rey del carnaval de Pizarrete, Baní, donde éste vivía con su madre, por lo que fue a celebrar al colmado con unos amigos, siendo herido de muerte en la cabeza por un hombre identificado como Bocho, quien está prófugo.

 Francisco era el segundo de tres hermanos y dejó en la orfandad a un niño de tres años.

Un joven sano. Tanto su padre como su hermano definieron a Francisco como un joven tranquilo y sano, que “no buscaba conflictos” y atribuyeron la muerte de su pariente a la falta de políticas de seguridad ciudadana por parte del Estado.   “En este país los únicos que tienen seguridad son los narcotraficantes, los políticos  corruptos y los delincuentes. Sin embargo, la ciudadanía está totalmente indefensa” lamentó Antonio, quien hace unos meses participó en una caminata por 26 provincias del país a favor del rescate de los valores y del 4 por ciento para la educación.

Los restos de Francisco fueron  velados ayer en la funeraria Blandino, en la Capital y serán sepultados en la mañana de hoy.

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Persiguen

La Policía Nacional identificó ayer a los autores del tiroteo en el que murió Francisco como Bocho y Pitaca, a quienes persigue para que respondan por el crimen. En tanto que se encuentra detenido el joven Michael Miguel Valdez, a quien supuestamente iba dirigido el proyectil.

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