Asesinan 3 británicos; cierran cerco Faluya

Asesinan 3 británicos; cierran cerco Faluya

FALUYA, Irak (AFP).- Tres militares británicos murieron el jueves en un atentado suicida al sur de Bagdad mientras el ejército estadounidense aumentaba la presión sobre el bastión rebelde de Faluya, al oeste de la capital, atacando supuestos escondites de la guerrilla.

   Además, cuatro iraquíes murieron y otros 24 resultaron heridos, incluidos seis guardias nacionales, en dos atentados perpetrados con coches bomba al norte y al sur de Bagdad.

   Entretanto, la suerte de la responsable de la organización humanitaria CARE Margaret Hassan, secuestrada desde el 19 de octubre, causaba una gran preocupación. Sus secuestradores amenazaron el martes con entregarla al grupo del terrorista jordano Abu Musab al Zarqaui si Gran Bretaña no retiraba sus tropas de Irak en 48 horas y el ultimátum expira este jueves.

   «Hemos tenido cierto número de bajas, entre ellas tres mortales» en las filas del regimiento Black Watch, declaró en Londres el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, Adam Ingram.

   Según Ingram, en ese ataque también pereció un traductor y ocho soldados resultaron heridos.

   Londres accedió el 21 de octubre a la petición de Estados Unidos para que trasladara el regimiento Black Watch y varias unidades de apoyo -en total unos 850 militares- del sur de Irak al sector controlado por los estadounidenses, mucho más peligroso.

   En Faluya, a 50 km al oeste de Bagdad, la población temía una inminente ofensiva militar estadounidense-iraquí al día siguiente de la reelección del presidente George W. Bush, a quien, según los analistas, el resultado de las urnas le deja vía libre para actuar.

   La artillería estadounidense bombardeó el jueves por la noche supuestos escondites de rebeldes en la ciudad, afirmó un oficial de los Marines.

   La aviación había efectuado el miércoles ataques nocturnos contra presuntos refugios de rebeldes en el noreste y el sureste de Faluya, y los destruyó, según un comunicado militar.

   No se pudo saber si esos ataques causaron víctimas.

   Desde mediados de octubre, el ejército estadounidense estrechó el cerco en torno a la ciudad e incrementó sus efectivos con un millar de hombres, apoyados por unidades de la Guardia Nacional iraquí.

   La población de Faluya «está preocupada por esas concentraciones de tropas y teme un asalto inminente», declaró a la AFP un mediador que negocia una solución pacífica de la crisis.

   El primer ministro iraquí Iyad Allawi advirtió que el enfrentamiento entre el gobierno y los rebeldes atrincherados en Faluya está en su fase final y amenazó con una acción militar inminente.

   El gobierno pretende recuperar el control de las ciudades rebeldes, principalmente las de mayoría sunita, para garantizar la celebración de las elecciones previstas para enero de 2005.

   Además, Jasem Alí, jefe local de Heb Heb, cerca de Baaquba (60 km al noreste de Bagdad), murió y dos de sus guardaespaldas resultaron heridos en un ataque.

   En Kirkuk (norte), se halló el cadáver de un hombre, probablemente iraquí, muerto por disparos.

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