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POR GERMAN MARTE
En el país se registraron 111 asesinatos de mujeres o «feminicidios» durante el 2002, de los cuales el 48.56% se produjeron en Santo Domingo y Santiago, según revela un estudio dado a conocer ayer por Profamilia. La cifra representa 19 casos menos que los registrados durante el 2001.
La investigación fue realizada por María de Jesús Pola (Susi), y está contenida en el libro «Feminicidio en República Dominicana II», el cual fue presentado ayer durante un acto celebrado en el hotel V Centenario. El estudio de Susi Pola fue auspiciado por Oxfam Gran Bretaña.
El estudio indica que el 17% de los feminicidios registrados en el 2002 se suicidaron después de cometer el hecho. Y destaca que el 83.5% de los asesinatos de mujeres fueron íntimos, es decir, fueron cometidos por su marido, ex marido o novio.
La edad de la mayoría de las víctimas, el 53.36%, de las mujeres asesinadas oscila entre 18 y 30 años, en tanto que el 41% de sus victimarios tiene edades entre 18 y 47 años.
Destaca que de un total de 178 crímenes por conflictos de género, el mayor 60.87% es de feminicidios realizados y atentados.
El estudio revela, además que el 78% de los 14 infanticidios cometidos durante el 2002, fueron intentados por el padre, y el 14% por la madre o la abuela.
Destaca que los infanticidios cometidos o intentados por el padre le los niños y niñas víctimas, lo fueron par «castigar» a las madres, compañeras de los feminicidas que, en la mayor parte de los casos, se habían separado y no querían volver con los padres agresores a causa de sus violencias y maltratos.
El libro contiene una serie de debilidades y recomendaciones sobre casos de feminicidios.
Entre las debilidades, se señala que no se aplican acciones regenerativas para los agresores encarcelados, como establece la ley 24-97. Esto, unido a que la mayoría de los crímenes quedan impunes, «se convierte en un peligro para las víctimas sobrevivientes que hacen denuncias».
Señala, además, que las amenazas de los agresores preceden, en la totalidad de los casos, los feminicidios.
«Los hombres de baja autoestima en el contexto de la cultura machista, con gran adhesión a los modelos tradicionales culturales y sociales, son potencialmente masculinos peligrosos», según la autora de la investigación.
Asimismo, indica que cuando hay rupturas amorosas, mantener la cercanía con la pareja constituye un riesgo por el roce que puede producir desenlaces fatales. Y agrega que los feminicidas consideran que tienen derechos para resolver castigando.
Entre las recomendaciones que hace, Pola sugiere trabajos de prevención, atención y erradicación de la violencia de género, de modo que estos sean una prioridad nacional y se declare como tal, para que los sectores de educación, salud, policía, Justicia, y todas las organizaciones de la sociedad civil coordinen esfuerzos en esa dirección.
A la puesta en circulación de la obra sobre feminicidios en el país, asistieron el Jefe de la Policía Nacional, Manuel de Jesús Pérez Sánchez; el Procurador Francisco Domínguez Brito, la vicerrectora de Investigación de la UASD, Clara Benedicto; la directora de Profamilia, Magaly Caram; la diputada Licelot Marte, Roque Féliz Méndez, de Oxfam; la presidenta de Finjus, y representantes de organismos vinculados al tema de la violencia intrafamiliar.
