Casi en la víspera de Año Nuevo, agentes policiales dieron muerte a balazos a seis hombres e hirieron a dos, y un raso de la institución cayó abatido por dos hombres que lo interceptaron y le dispararon. Un parte policial consigna que miembros del orden dieron muerte a cinco hombres en la cercanía del sector Mirador Sur, próximo a la avenida Luperón. El hecho ocurrió en la madrugada. El sexto hombre muerto fue identificado como Vicente Antonio, quien asaltaría una banca de apuestas en Villa Mella.

Agentes de la Policía Nacional dieron muerte a cinco presuntos delincuentes, en un alegado intercambio de disparos, en un hecho  ocurrido en el barrio Mirador Sur, en Santo Domingo.

En otro hecho, un  supuesto  delincuente identificado como Vicente Antonio  fue muerto por una patrulla policial cuando alegadamente se disponía a asaltar una banca de apuestas  en el Barrio Ponce, de Villa Mella.

En ese hecho también resultaron heridos de bala los jóvenes Darwin Javier Féliz y Féliz y José Hernández, de 26 y 18 años de edad, respectivamente.   

Las cinco víctimas son  Bárbaro Monegro Rijo, de 45 años, Nolis Alfredo Pérez Pérez, 30 años, Edanio Poche, 20 años, Carlos Manuel Leyba Hernández, 29 años y Gaudis Herrera Martínez, 22 (El Gallo).

El cadáver de Monegro fue llevado al hospital  Marcelino Vélez Santana, de Herrera y posteriormente al  Instituto Nacional de Patología Forense junto a los demás.

El jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín,  designó una comisión integrada por altos oficiales para indagar estas muertes.

Dicha comisión la integran el inspector general de la institución, mayor general José Luis Domínguez Castillo, quien trabajará junto a otros oficiales y un representante del ministerio público que designará el procurador general, Radhamés Jiménez Peña.

Hace menos de un mes,  dos jóvenes a los que la Policía definió como delincuentes fueron muertos por desconocidos en el mismo lugar, separados apenas  por  escasos metros.

Asimismo, un agente policial, el número 21 de este año, murió a manos de dos presuntos delincuentes que lo despojaron de su arma de reglamento en un suceso registrado próximo a la Represa de Pantoja, municipio de Santo Domingo Oeste.

El raso Amauris Alberto Vargas Bello se dirigía a la represa a disfrutar de un baño cuando fue interceptado por dos sujetos, uno de éstos identificado como Wilkin, que le hicieron varios disparos privándolo de  la vida. Es el tercer agente policial muerto de Nochebuena a la fecha.

Se recuerda que  el pasado fin de semana, un coronel médico retirado de la Fuerza Aérea Dominicana murió a manos de asaltantes.

Más de 10

Desde que se iniciaron las celebraciones de Nochebuena y Navidad, hace una semana, más de diez presuntos delincuentes han sido asesinados por  policías alegadamente  en medio de asaltos. De acuerdo con cifras dadas a conocer por la Policía, por lo menos tres miembros de la institución han sido asesinados por asaltantes que los han despojado de sus armas de reglamento. Uno de los policías muertos estaba adscrito a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). En ese mismo lapso varios policías y miembros del Ejército Nacional han resultado heridos por delincuentes organizados.

El CNDH repudia

 La Comisión  Nacional de los Derechos Humanos  (CNDH) condenó ayer  la muerte de    personas en alegados intercambios de disparos en el  Mirador Sur, en  la capital y en  Villa Mella. Manuel María Mercedes dijo que con esas  muertes se eleva a 500 el número de personas ejecutadas por la Policía Nacional durante el 2008, superando en un  50 por ciento los casos registrados  el año pasado. 

Anunció que  del 13 al 17 de eno , la dirección ejecutiva de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) visitará el país  para analizar las denuncias que en materia de intercambios de disparos se han registrado, así como la situación de los haitianos y el sistema carcelario.

Precisó que la gestión del actual jefe de la Policía Rafael Guillermo Guzmán Fermín, ha superado, inclusive, la gestión de Pedro de Jesús Candelier, tipificada como una de las más sangrientas.

“La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos está muy preocupada por esta situación”, enfatizó.