Un exsoldado colombiano señalado como uno de los principales sospechosos en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse consiguió que una jueza federal del sur de Florida accediera a su pedido y obtuvo una extensión de un mes para preparar su defensa.
En una breve audiencia realizada en los tribunales federales del centro de Miami, el abogado del colombiano Mario Antonio Palacios Palacios le explicó a la jueza Jacqueline Becerra que debido principalmente a la pandemia de coronavirus no había podido reunirse en persona con su cliente y necesitaba hacerlo para poder prepararse para la audiencia.
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“Le voy a dar los 30 días”, le respondió la magistrada al abogado Alfredo Izaguirre y fijó la próxima audiencia para el 4 de marzo. La fiscalía estuvo de acuerdo.
Palacios, de 43 años, está acusado de asociación ilícita para cometer un homicidio o secuestro fuera de Estados Unidos y de proporcionar apoyo material que resultó en una muerte, sabiendo o con la intención de que dicho apoyo sería utilizado para preparar o para concretar el homicidio o secuestro.
El colombiano había efectuado su pedido por escrito el miércoles para que se pospusiera la audiencia por 30 días, pero la jueza no se había pronunciado. Se esperaba que en la audiencia Palacios hablara de los cargos que enfrenta, pero no lo hizo.
Palacios es uno de los dos acusados en Estados Unidos con relación al asesinato del presidente haitiano. El otro es el empresario haitiano-chileno Rodolphe Jaar, quien enfrenta los mismos cargos y de acuerdo con los fiscales estadounidenses habría ayudado a un grupo de colombianos a obtener armas para concretar el crimen.
La del viernes fue la segunda comparecencia de Palacios en los tribunales del sur de Florida desde que llegó a Estados Unidos a comienzos de enero. El Departamento de Justicia asegura que tanto el colombiano como Jaar accedieron a ser trasladados a este país para enfrentar los cargos.
Ambos permanecen detenidos en la prisión federal del centro de la ciudad.
Vestido con traje de camisola y pantalón beige de presidiario y cubrebocas, Palacios permaneció junto a su abogado en un podio frente a la jueza. Con grilletes y esposas casi no habló y sólo se limitó a responder «sí» cuando la magistrada le preguntó si entendía que se estaba posponiendo la audiencia y “no señora” cuando le preguntó si tenía objeciones.
De acuerdo con las acusaciones, Palacios habló de manera voluntaria con las autoridades estadounidenses en octubre en Jamaica mientras permanecía escondido y les dijo que lo contrataron para viajar a Haití, brindar seguridad y participar en una supuesta operación para arrestar al presidente.
Les explicó que el plan inicial era que los conspiradores usarían sudaderas negras, capturarían a Moïse en el aeropuerto en junio y se lo llevarían en un avión. Según las acusaciones, Palacios dijo que otros conspiradores, a los que no identificó, le contaron el plan de asesinar a Moïse un día antes de matarlo.
Moïse, de 53 años, fue asesinado el 7 de julio cuando un grupo de desconocidos entró a su casa privada en Puerto Príncipe.
Palacios fue arrestado en Jamaica en octubre. En ese momento Haití emitió una notificación roja de Interpol contra Palacios por los cargos de intento de asesinato, robo a mano armada y asociación delictiva. Jamaica confirmó a comienzos de enero la deportación de Palacios a Colombia, debido a que había sido detenido por ingresar ilegalmente al país y porque, además, no existe un tratado de extradición entre Jamaica y Haití. El 3 de enero, cuando se esperaba que llegara a Colombia, fue detenido en una escala que hizo en Panamá y trasladado a Estados Unidos.
Haití ha detenido a más de 40 sospechosos por el asesinato de Moïse, entre ellos casi una veintena de exsoldados colombianos que según el gobierno de Colombia fueron engañados.
Palacios fue miembro de las fuerzas armadas colombianas durante 20 años.