El hecho más paradigmático de los tropiezos que encuentra el juzgamiento de funcionarios involucrados en actos de corrupción en el país es el “Caso Yuniol”, que conjugó ese delito con el soborno y terminó en asesinato.
Dos años después de que el cadáver del abogado y catedrático universitario Yuniol Ramírez apareciera en una cañada “con las manos atadas con cadenas sujetas a un bloque” como si se tratara de un caso de sicariato, el supuesto autor material, Argenis Contreras, todavía se encuentra prófugo en el extranjero, mientras en el país el expediente con los demás imputados se deshace.
Al exdirector de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) Manuel Rivas, a quien supuestamente Yuniol extorsionaba, y quien era jefe de Contreras en la institución, ha tratado por todos los medios de ser sacado del expediente, logrando hasta ahora ser exonerado del delito de asesinato, y acusado solo de corrupción.
Del resto de los acusados, a dos les declararon extinguido el proceso penal; a una la dejaron en libertad bajo fianza, y solo cuatro guardan prisión preventiva.
El hombre clave es Contreras, quien en su condición de excargado del Departamento de Compras de la OMSA y hombre de confianza del director, conocía las intríngulis de lo que ocurría entre su jefe y el malogrado abogado, y sabe qué sucedió aquel fatídico día de octubre de 2017 cuando fue a buscar al catedrático a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quien luego apareció muerto de un disparo en una cañada del sector Manoguayabo en el municipio Santo Domingo Oeste.
¿Cuál fue el pecado de Yuniol? El abogado y catedrático universitario había sometido ante el Tribunal Superior Administrativo (TSA) un recurso de amparo contra la OMSA, por rehusarse a entregarle informaciones sobre más de 800 órdenes de reparación de autobuses entregadas en dos años a cinco empresas, y si dichas unidades se encontraban en servicio y en cuáles rutas.
Por esa razón el exdirector de la OMSA fue citado por el TSA para el 28 de septiembre de 2017, y 13 días después, es decir, el 11 de octubre, ocurrió el asesinato.
La fuga de Argenis. El exfuncionario de la OMSA huyó de inmediato a los Estados Unidos. El 11 de abril de 2018 fue detenido por el Servicio de Inmigración por haber pasado el límite de estadía allí como turista, y el tribunal falló en su contra.
Desde entonces, la Procuraduría General de la República está esperando que se cumplan los plazos procesales en la nación norteamericana para que el principal imputado en el asesinato de Yuniol sea repatriado para ser sometido aquí a la Justicia.
Caso da tumbos. Mientras, se aplazan audiencias, se recusan jueces y se busca que el caso sea declinado al Distrito Nacional.