POR ELIAS RUIZ MATUK
La familia en cuya casa encontraron el cadáver de un cabo de la Policía que había desaparecido, alegadamente asesinó también a otras 12 personas que enterraron en distintos lugares, entre ellos San Cristóbal y Santo Domingo, declaró ayer el fiscal de la última provincia, Perfecto Acosta.

De acuerdo al fiscal Acosta, según confesiones que dijo hicieron los apresados, Joel Rodríguez Díaz, su mujer Jossy Rosania de León Vicente; Joenny Rodríguez Díaz, de 18 años y dos menores de 14 y 15 años,  mataban a las personas para quitarles vehículos y armas de fuego.

“No aquí en la provincia. (Santo Domingo) Parece que es una banda que opera en el país entero.  En el Distrito Nacional, San Cristóbal, han dado muerte a  otras personas”, explicó Acosta.

Dijo que el cadáver del policía Andrés D´Oleo Quezada fue encontrado en el pozo séptico de la casa de la familia Rodríguez de León, ubicada en la  calle Privada, en el sector Los Coquitos de Mendoza. 

Allí también fueron encontrados los restos de un camión desguazado en el patio de la referida casa, donde fue encontrada, además, la licencia de conducir de Luis Armando Díaz Pérez.

De acuerdo con Acosta, la señora De León Vicente, en combinación con su esposo, contrató a Díaz Pérez, de 33 años, para que supuestamente le hiciera un servicio de acarreo. 

Ese día,  explicó,  Díaz Pérez andaba con una niña pariente suya, de 5 años, quien posteriormente fue encontrada con vida en los alrededores del Monumento del Son, en Sabana Perdida.

Expresó que al llegar el chofer Díaz Pérez a la casa, se presume que al hombre le dieron muerte de la misma manera que al cabo policial, ya que fue encontrado su cadáver en los alrededores de Aras Nacionales, una soga verde igual a la que también tenía amarrado el cadáver de D´Oleo Quezada.

“Ellos tenían la soga. Aparentemente lo golpeaban para luego ahorcarlo.  Había una soga aquí y fue encontrada una soga similar en el cadáver de Díaz Pérez, del mismo color verde”, reiteró. El cadáver de   Díaz Pérez fue identificado por sus familiares.

Acosta explicó que el cadáver del cabo policial fue encontrado por casualidad cuando buscaban el de Díaz Pérez, “fue una situación inesperada, pues encontramos a una persona que no estábamos buscando”.

NICHOS EN LA CASA

Las autoridades presumían que en la casa de la familia Rodríguez De León había un panteón, ya que había varios muros que tenían la apariencia de nichos, lo que hizo sospechar que había mas cadáveres escondidos.

Pero al destruir los muros no fueron encontrados, “sin embargo, nosotros creemos que de la manera que fueron construidos esos muros, era con el fin de enterrar allí a más personas.   Existe la presunción de que aunque no estaban usados, estaban hechos para esos fines”.

Acosta expresó su consternación por el caso fiscalía y cuestionó las penas impuestas por el nuevo Código Procesal Penal, las que consideró insuficientes para este tipo de actos criminales que presentan esa naturaleza.

 “Para criminales que lleguen a ese nivel deben establecerse penas de más de 50 años y el resto de su vida lo pasen en una penitenciaría, ya que son gentes enfermas, psicópatas que parecen gozar con matar”, dijo.