Los Asesores del Banco Central Frank Fuentes Brito y Ramón González Hernández, reafirmaron la posición del gobernador Héctor Valdez Albizu, de que el modelo económico dominicano no está agotado, no es excluyente y no necesita ser sustituido, y que lo que se requiere es impulsar y ejecutar acciones para reorientar, ampliar, diversificar y mejorar el modelo económico existente.
Dijeron que los argumentos presentados por el gobernador en Santiago demuestran que el modelo económico vigente ha estado generando empleos, disminuyendo la pobreza y reduciendo la desigualdad, por lo que no debemos descartarlo.
Lo que va ocurriendo de forma natural en la economía son reorientaciones que hacen que la composición sectorial se diversifique y amplíe en el tiempo, argumentaron los economistas.
Sostuvieron que la estabilidad macroeconómica y el crecimiento sostenido son condiciones fundamentales para que un modelo económico sea exitoso, elementos que nunca han estado en cuestionamiento en la teoría económica convencional como sugiriera recientemente el asesor del ministro de Economía Luis Reyes Santos.
Aclararon que las informaciones publicadas por el mismo Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo evidencian que el crecimiento económico del país está generando un proceso gradual de redistribución de la riqueza y reducción de la pobreza.
Estimaron, además, que a través de los distintos programas sociales en ejecución, el Estado ha jugado un importante alivio de la pobreza, satisfaciendo necesidades perentorias de los grupos más vulnerables. Esto contrasta con lo señalado por Luis Reyes, de que el modelo económico debe de ser cambiado, porque no distribuye la riqueza con la que la población podría satisfacer sus necesidades y expectativas sociales.
Los funcionarios del Banco Central aprovecharon la ocasión para afirmar que los programas sociales deben de ser complementados con una mayor calidad del gasto y políticas públicas enfocadas en erradicar la pobreza de manera estructural en el largo plazo. Este ha sido un aspecto descuidado en el país por décadas. Esto incluye una mayor y más eficiente inversión en educación, garantizando que las próximas generaciones de los sectores más vulnerables de la sociedad tengan las mismas oportunidades que aquellos que son más afortunados en términos de poder adquisitivo.
Hicieron referencia al discurso de Valde Albizu en Santiago, quien dijo que el crecimiento económico ha logrado reducir la pobreza e indigencia de manera significativa. Este nivel, aunque todavía elevado, implica que más de 700 mil dominicanos han salido de la pobreza en los últimos seis años. Esto es compatible, según los asesores, con la reducción de los indicadores de desigualdad como el coeficiente de Gini y el ratio entre el ingreso promedio del quintil 5 (20% más rico) y el quintil 1 (20% más pobre). Los funcionarios del Banco Central declararon que parecería que quienes critican la posición del gobernador con estos argumentos no se han tomado el tiempo de leer detenidamente su discurso.
Corroboran lo señalado por Valdez Albizu en el sentido de que este es un tema complejo, donde confluyen muchos intereses.
Insistieron en que cada sector siempre procurará negociar facilidades que le permitan incrementar sus ganancias y ser más competitivos. Pero, como afirmara Valdez Albizu, el Estado debe concentrarse en apoyar la actividad empresarial a través de reglas de juego claras y permanentes en el tiempo, respetando el orden institucional establecido, con equidad tributaria y seguridad jurídica en el espíritu de lo planteado por Franklin León, presidente de la Cervecería Nacional Dominicana.
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Cuenta Corriente
Respaldaron la posición de Valdez Albizu de que el aumento del déficit en cuenta corriente en los últimos años ha sido influenciado por choques externos sucesivos que han afectado los términos de intercambio, particularmente de las economías no productoras de petróleo como la nuestra.
Choques externos
Entre estos choques se encuentran el histórico aumento de los precios internacionales del petróleo y demás bienes primarios en 2008, la recesión mundial por la crisis financiera internacional en 2008-2009, la suspensión temporal de las exportaciones de ferroníquel durante 2009-2010 y el nuevo choque petrolero.