Así se actúa

Así se actúa

[b]Señor director:[/b]

Cortésmente, tengo a bien dirigirme a usted con el firme propósito y el fin de expresarle mis congratulaciones a la dirección de ese matutino de la prensa nacional por la atinada y oportuna nota editorial de fecha sábado 17 de abril del presente año, que se titula «abuso de soberanía» en donde se deja claramente establecida la cuestionable actuación del Senado de la República con la aprobación en primera lectura del Proyecto de Ley Sectorial de Areas Protegidas que le fuera sometido al mismo por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Como bien es planteado en el referido editorial no se sabe en base a cuales orientaciones, premisas y medios sustentables los senadores modificaron veinticuatro artículos de los sometidos por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Pienso que realmente se conjugan, en esas mutilaciones al referido proyecto original, varios factores que van desde: a) o el original de ese proyecto carecía de tecnicismo que hizo que los legisladores tuvieran más visión que los técnicos de Medio Ambiente, b) o los Senadores dominicanos tienen amplios conocimientos y dominios de la problemática planteada en el proyecto, c) o los legisladores se asesoraron de especialistas en la materia, d)- o influyeron manos poderosas, defensoras más de sus intereses particulares y de grupos minoritarios que del interés nacional.

Tenemos que estar más alerta ahora que nunca ya que el país está siendo utilizado como zafacón por una nación que ni siquiera es un país soberano e independiente como es Puerto Rico, que es el responsable de la descarga, en áreas protegidas y zonas turísticas como son las Bahías de Manzanillo y Samaná con el rockash que según la Comisión de Medio Ambiente de la Academia de Ciencias y el Instituto de Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el rockash contiene siete elementos químicos altamente contaminantes a los seres vivos y al medio ambiente y a los recursos naturales.

De manera que me solidarizo con el espíritu de preocupación y advertencia que contiene el editorial de marras, considerando, al mismo tiempo, que debe ser reproducido como una gran preocupación en pro de la defensa del medio ambiente y los recursos naturales de nuestro país y el mundo.

La preocupación de ese medio de comunicación de masas que usted se honra en dirigir deja claramente establecido que quedan voces preocupadas por los intereses, en la defensa del medio que nos rodea y que al mismo tiempo se le deja en firme mensaje a los senadores que aprobaron esas modificaciones en primera lectura que hay un pueblo que los vigila y que si hubo algún desliz o error que se enmiende, si existe la voluntad política de hacerlo.

Sin otro particular por el momento, le saluda con la más alta consideración de respeto y estima.

Atentamente,

Juan Anselmo Arias Fuentes

[b]No lo ordenó[/b]

[b]Señor director:[/b]

Me refiero a una información publicada en la edición del periódico dirigido por usted, en la que se afirma que el Señor Presidente de la República ordenó a la dirección de esta institución para que favoreciese a los supuestos reclamantes de una supuesta herencia dejada por el Expresidente de la República, general Horacio Vásquez.

Es incierta la antecedente información con el añadido de que las certificaciones que se le ha expedido a los indicados reclamantes se le ha realizado de acuerdo con la Ley 1085.

Afectuosamente,

Ramón A. Font Bernard

Director General

[b]Expresa problema[/b]

[b]Señor director:[/b]

Le estaré muy agradecido si esta misiva aparece en la sección de «Cartas» del periódico que usted dirige, con la esperanza de ver si la Junta Central Electoral acoge mi solicitud, «para poder votar fácil y rápido el 16 de mayo», como recomienda el anuncio que aparece en ese diario operativo de verificación y educación electoral.

Resulta que tanto mi esposa como yo votamos en el Campus II de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, en mesas diferentes y ahora a mi esposa le cambiaron el número del Colegio Electoral. Eso no fuera nada si en ese amplio recinto existiera la señalización necesaria para la localización de las mesas.

En las dos anteriores elecciones tuvimos dificultades para localizar nuestras mesas y no solo a nosotros nos sucedió ese contratiempo, sino a la gran mayoría que irritada maldecía la desorganización allí imperante, al extremo que muchos decían que no volverían a votar.

Tan sólo voy a contar nuestra historia, la que se repetía con los cientos de votantes que se concentraron en el Campus II de la UNPHU en las elecciones del 2000 y 2002.

Originalmente votábamos en el llamado gallinero y para localizar allí las mesas se hacía difícil, por los letreritos mal escritos a manos, hechos aparentemente a última hora. En el 2000 nos cambiaron las mesas de edificio y nos mandaron y allí y allá, subimos y bajamos pisos, hasta que dimos con nuestras mesas, con los mismos letreritos y en el 2002 el deber de votar se nos hacía más difícil por las mismas causas, desorganización máxima.

Nuestra humilde recomendación a los organizadores de los Colegios Electorales. Colocar señales que lleven al votante directamente a su mesa. Que en cada edificio se coloque un letrero indicando las mesas ubicadas en cada nivel y problema resuelto, porque honestamente, en cuanto se refiere a nosotros, bastantes cargados de edad, si encontramos de nuevo esas dificultades, por primera vez dejaremos de cumplir con ese sagrado deber, que no queremos que suceda.

Gracias, señor director

Vicente Torres

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