Así se estudia en una escuela de Esperanza

<P>Así se estudia en una escuela de Esperanza</P>

Bajo una  enramada de palos  y lonas destartaladas,  unos  80 niños de la escuela María Pascuala, en este municipio, reciben clases desde  hace más de dos años. Las improvisadas  aulas albergan a los alumnos de  segundo  “A” y “B”, quienes aseguran que lo que están viviendo es un infierno, debido al sol, calor,  escándalo y la incomodidad que tienen  que soportar a diario. “Todos los días se quedan diez estudiantes parados porque no hay butacas. Las que hay eran las que  habían botado del liceo Juan Bosch y la recogimos para no quedarnos sin clase”, explica la alumna Rosanna Miches.

Esperanza, Valverde Mao. Bajo una  enramada de palos  y lonas destartaladas,  unos  80 niños de la escuela María Pascuala, en este municipio, reciben clases desde  hace más de dos años.

Las improvisadas  aulas albergan a los alumnos de  segundo  “A” y “B”, quienes aseguran que lo que están viviendo es un infierno, debido al sol, calor,  escándalo y la incomodidad que tienen  que soportar a diario.

“Todos los días se quedan diez estudiantes parados porque no hay butacas. Las que hay eran las que  habían botado del liceo Juan Bosch y la recogimos para no quedarnos sin clase”, explica la alumna Rosanna Miches.

Miches aclaró que lo que más molesta a todos los alumnos es que no pueden concentrarse porque  las aulas están a la  intemperie y allí les afecta todo lo que ocurre en el entorno.

 “Pero es el resplandor del  sol lo que más nos molesta aquí y nos quema, situación que no nos deja concentrarnos”, dice  Herson Ferreiras, otro estudiante.  

La directora del plantel, Nancy Cabrera, asegura que desde  hace  dos años han hecho las  gestiones ante el  Gobierno estatal y municipal para que les construya aulas, sin que hasta el momento tengan respuesta.

“Estamos laborando con muchas precariedades porque  la población estudiantil es  muy grande en Esperanza  y todos sus pueblos. Esta escuela María Pascuala funciona con seis aulas prestadas del liceo Juan Bosch  y tuvimos que construir esas dos ranchetas para  suplir la demanda”, sostiene.

En ese sentido  hicieron un llamado al Gobierno para que  se conduela de la problemática del centro.

Las claves

1.  Maestros sufren

El profesor Evangelista Torres Mendoza expuso que es penoso que los alumnos     no cuenten con un lugar adecuado   para estudiar y que, al mismo tiempo, los estudiantes no tengan  pizarra, ni tiza, ni materiales para laborar.

2.  Padres hacen gestiones

Los padres de los alumnos también han hecho  gestiones para que se construyan aulas al centro.

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