Durante los últimos cuatro meses, el tópico fundamental de estudio lo constituyó la gran crisis de los déficits y las deudas soberanas  de los 16 países de la Euro Zona, se centra el asunto en ver si ésta, actuando en conjunto con los efectos negativos remanentes de la crisis financiera, abortaría el inicio del crecimiento económico mundial.

El tórrido crecimiento económico del Asia emergente (excluye a Japón que tiene una economía desarrollada) ha evitado que se mantuviera la recesión,  lo que hubiera sido devastador para la económica mundial en el año 2010 y 2011. Las proyecciones del 4 de junio de 2010 realizadas por el equipo económico de J.P. Morgan Chase es de 8.9% para el año 2010 y 7.2% para el 2011.

Aunque existen algunas diferencias en las diversas medidas tomadas por los distintos países emergentes asiáticos, también existen grandes similitudes entre ellos; esto lo convierten en modelos parecidos y altamente eficientes. ¿Y cuáles son esas similitudes?

– Una orientación obsesiva en mantener la competitividad. Sus medidas están, preponderantemente, orientadas hacia las exportaciones.

– Hay una gran tendencia hacia el ahorro y a establecer ciertos controles al consumo ostentoso.

– Virtualmente, todos los países del Asia emergente tienen un programa a mediano y largo plazo, el que se respeta en sus rasgos  fundamentales.

– Un alto porcentaje de inversión en la producción, especialmente en aquellas destinadas a la exportación, y asimismo a la educación.

Procederemos a dedicarle unas líneas a las dos grandes economías que han marcado la diferencia en el crecimiento económico de Asia emergente: India y China.

La India

La India tiene mil millones de habitantes, equivalente al 14.2% de la población mundial. En plena crisis financiera creció 5.2% y está proyectado a crecer 8.0%  2010 y 8.3% el 2011.

Este extraordinario desempeño económico se debe a un proceso continuo de reformas en los últimos 19 años que, esencialmente, abrió la economía, aumentó la competencia, creó un robusto mercado accionario, permitió la inversión extranjera, privilegió las exportaciones y, como consecuencia de estas políticas, surgieron poderosos y eficientes grupos transnacionales y domésticos, creando un progreso industrial con aumentos explosivos en las telecomunicaciones e industrias tecnológicas, ambas muy competitivas. En el 2008, en la India había más de 600 millones de teléfonos (90% celulares) y entre el 2008-2009, exportó 50,400 millones de dólares en tecnología de la información.

Los cambios económicos en la India han sido impresionantes, sin embargo, persisten dos vitales problemas que repercuten en lo económico y en lo social: el costo e ineficiencia del transporte y la enorme pobreza.

La  China  

Es universalmente conocido el extraordinario programa de reformas que inició Deng en 1981 en China, al crear un sistema mixto de producción capitalista; manteniendo el control político. Este programa, aplicado de manera permanente, ha generado un crecimiento promedio de 8% durante los últimos 30 años. A pesar de la crisis europea, la China debe crecer más de 9% en los próximos dos años (J.P. Morgan Chase proyectó un crecimiento de 10.8% en el 2010 y 9.4% en el 2011). Este crecimiento se debe a muchos factores, como:

– El ahorro chino excede el 40% de su PBI.

– La inversión, con privilegio hacia la exportación, promedia un 27%.

– Un yuan subvaluado en cerca del 25%, subsidia en un 25% las exportaciones y encarece en el mismo porcentaje las importaciones. 

– Una posición cada vez más integrada en Asia, que crece vertiginosamente.

– Por primera vez, en los últimos dos años, la China ha empezado a enfatizar, de una manera moderada, el consumo interno, con el propósito de no tener una dependencia tan abrumadora de las exportaciones.      

El crecimiento de Asia, y especialmente el de la China, ha aumentado exponencialmente la demanda de materias primas provenientes de América Latina, garantizándole a ésta un crecimiento respetable –de 4 a 5%. Ambos crecimientos están contribuyendo, a pesar de la crisis europea, a que tanto la economía mundial como la norteamericana crezcan 3%  en los próximos 24 meses, asumiendo que la crisis europea no se agrave de una manera dramática.

Es indudable que sin el vertiginoso crecimiento asiático, la economía mundial estaría actualmente en mayores apuros.