ASILIS
La juventud, esperanza nuestra

<STRONG>ASILIS<BR></STRONG>La juventud, esperanza nuestra

Leonor Maria Asilis E.
leonor.asilis@codetel.net.do 
El pasado 31 de enero, día de San Juan Bosco, fue celebrada la fiesta de la Juventud.

Este gran Santo, quien desde niño, quedó huérfano, dedicó gran parte de su vida a los jóvenes, en quienes veía la esperanza de nuestro mundo.

Obviamente, siguiéndole los pasos a Jesús, nuestro Señor y Salvador quien mostró un afecto especial por los jóvenes. Incluso desde su tierna infancia.

Recordemos cuando  sus discípulos trataban de alejar a los niños que se le acercaban y a los que Jesús les advertía: “Dejad que los niños se acerquen a mi”…

Veamos otro detalle. Entre sus discípulos, fue a Juan, el benjamín, el más joven, a quienes llamaban: el discípulo amado. También en nuestros tiempos, hemos visto la inclinación natural hacia los jóvenes que sentía nuestro inolvidable Papa Juan Pablo II. Y ellos hacia él. No olvidamos las grandes multitudes que se hacían y se siguen haciendo presente año tras año  con nuestro Papa actual, Benedicto XVI en las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Citamos a continuación algunos fragmentos de los mensajes de aliento hacia nuestra Juventud por estos gigantes de la fe:

-“Vosotros sois la esperanza de la Iglesia y su futuro, sois la esperanza de su país, del mundo, sois mi esperanza. Sabed leer, discernir, elegir…”

..A vosotros les digo: uníos para crear un nuevo futuro de fraternidad y de solidaridad; atended a nuestros hermanos en necesidad, alimentad al hambriento, acoged a quien no tiene hogar; libertad al oprimido, llevad la justicia donde reina la injusticia, y la paz donde solo hablan las armas..

No tengáis miedo a la fatiga, sino solamente a la ligereza y a la pusilanimidad.

…Jóvenes!, amigos! Habéis de ser vosotros mismos, sin dejaros manipular, teniendo criterios sólidos de conducta.

… La juventud es la edad de la esperanza, de la promesa, del entusiasmo, de los proyectos y de los ideales.

….Aprended a conocer a Cristo. Constantemente. Aprender a Cristo. En Él se encuentran verdaderamente los tesoros insondables de la sabiduría y de la ciencia. (JUAN PABLO II).

“Muchos jóvenes miran su vida con aprensión y se plantean tantas interrogantes sobre su futuro:¿Cómo insertarse en un mundo marcado por numerosas y graves injusticias y sufrimientos? ¿Cómo reaccionar ante el egoísmo y la violencia, que a veces parecen prevalecer? ¿Cómo dar sentido pleno a la vida?

….No olvidemos que cuanto más grande es el don de Dios ­y el del Espíritu de Jesús es el máximo­ tanto más lo es la necesidad del mundo de recibirlo y, en consecuencia, más grande y apasionante es la misión de la Iglesia de dar un testimonio creíble de Él.

Y vosotros, jóvenes, con la Jornada Mundial de la Juventud, dais en cierto modo testimonio de querer participar en dicha misión. Os repito que sólo Cristo puede colmar las aspiraciones más íntimas del corazón del hombre; sólo Él es capaz de humanizar la humanidad y conducirla a su “divinización”. (Benedicto XVI).

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