La Asociación Dominicana de Igualas Médicas y Administradoras de Riesgos de Salud (Adimars) advirtió del peligro de la propuesta del cápita diferenciado de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril).
La entidad expresó su profunda preocupación ante la propuesta que busca aplicar un modelo de cápita diferenciada por edad y sexo en lugar del esquema actual de cápita nivelada en el Seguro Familiar de Salud (SFS) que prima.
No aborda causas
La organización considera que esta iniciativa representa un cambio estructural que no aborda las causas reales de las desigualdades entre las ARS, como lo es el sistema de afiliación automática vigente. Este sistema de afiliación ha favorecido a unas pocas ARS que hoy concentran más del 70 % del mercado, según lo confirma el informe recientemente emitido por Pro-Competencia. Asimismo, asegura que la población afiliada al régimen contributivo es mayoritariamente joven, con una edad promedio de 31 años, de acuerdo a datos de la SISALRIL 2025. En ese sentido, indica que el argumento de envejecimiento poblacional como principal causante del desequilibrio en el riesgo de las distintas ARS, no se ajusta a la realidad demográfica del país, dice un documento.
ADIMARS
La asociación también alertó sobre los riesgos de alterar las reglas de financiamiento sin que se haya implementado aún el modelo de atención por niveles de complejidad previsto por la Ley No. 87-01. Esto podría incentivar la selección de afiliados y debilitar la competencia, en perjuicio del derecho a la libre elección.
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No beneficia afiliados
ADIMARS insiste en que el cambio tan radical que se propone en ningún aspecto beneficia al afiliado, quien constituye la razón de ser del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS).
Alterar el modelo de financiamiento sin garantías de mejora en la cobertura ni ampliación de servicios atenta contra los principios estructurales del Sistema.
Asimismo, introducir modificaciones en la seguridad jurídica del SDSS, con el único efecto de favorecer a unas pocas ARS concentradas, carece de justificación técnica y debilita la confianza en las instituciones reguladoras.