El presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y de la Asociación de Bancos Comerciales de República Dominicana (ABA) reclamó ayer medidas concretas, para resolver los cierres de cuentas por sospecha de lavado de activos y financiamiento al terrorismo por parte de las autoridades norteamericanas.
José Manuel López Valdés estimó que con esa acción América Latina se expone, no solo a un mayor riesgo de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, sino que podría impactar negativamente algunos sectores de la población, generando informalidad y afectando adversamente su crecimiento y desarrollo económico.
Explicó que la medida que afecta a varios países de la región y el mundo, conocido como De-risking, pudiera ser una consecuencia de falta de información o una errada percepción del riesgo de la banca y las autoridades norteamericanas.
Calificó como ilógica la baja que está ocurriendo en estos momentos, en la relación de corresponsalía con la banca norteamericana.
López Valdés trató el tema en Miami, Estados Unidos, en la clausura del Diálogo Sector Público-Privado 2017. Argumentó que la aplicación de normas antilavado de activos y financiamiento al terrorismo ha avanzado sustancialmente en la región y, en algunos casos, más que en Estados Unidos.
Citó entre las normativas latinoamericanas más estrictas que las establecidas en los Estados Unidos la identificación del beneficiario final, la regulación de las actividades y profesiones no financieras designadas (APNFD), la inclusión de nuevos sujetos obligados y la aplicación del enfoque basado en riesgos.
Afirmó que el De-risking afecta a la banca norteamericana y a la latinoamericana en sus negocios legítimos, ya que impacta la inclusión financiera, tan necesaria para el desarrollo de las naciones.
Además, perjudica el financiamiento del comercio exterior y promueve el uso de agentes o canales no regulados. Confió en que los países puedan trazar un marco de colaboración con líneas de acción específicas que ayude superar la situación.