Santiago.- La inseguridad ciudadana y el auge del narcotráfico son los problemas que mayor  preocupación han generado en el país durante el presente año que casi culmina, según lo manifiesta el sector empresarial nacional, a través de la Federación Dominicana de Cámaras de Comercio (FEDOCAMARAS).

El presidente del organismo, Oliverio Espaillat Torres,  dijo que una vez más suman su voz al reclamo de la población para la ejecución de acciones necesarias para dotar al país de un efectivo sistema de seguridad ciudadana y vigilancia que garantice la libre circulación, la integridad, el cumplimiento de las leyes y repela el uso de nuestro suelo para operaciones del narcotráfico internacional. 

“Es precisamente la ausencia de un efectivo sistema de vigilancia que garantice el cumplimiento de las leyes vigentes lo que ocasiona tantas muertes que pueden ser evitadas, con su componente de dolor y degradación para las familias afectadas”, afirma en un documento.

Por otra parte, la Federación Dominicana de Cámaras de Comercio pidió al gobierno que las obras públicas programadas para el próximo año sean distribuidas con un alto sentido de equidad y justicia, donde se establezcan las necesidades de las provincias que conforman  el territorio nacional.

Dijo que el 2010 debe ser oportuno para empezar a revertir los daños causados por esta mala práctica que ha su juicio tiene sumido en el abandono a importantes regiones del país, ocasionando entre otros resultados, la despoblación de la zona fronteriza y propiciando la masificación de la  migración.

“Merece especial consideración el enorme peso que esta migración representa para la deuda social acumulada de nuestra nación, pues los mismos vienen a consumir los escasos recursos que destinamos a la atención de esta medular inversión pública para mejorar la calidad de vida de la población”, señaló Espaillat Torres.

De igual forma, manifestó que la prensa nacional ha reseñado durante todo el trayecto del presente año más noticias de carácter político que de ninguna otra actividad de la vida pública.  “Lamentablemente, la mayoría de estas no van orientadas en ninguna dirección que nos indique una mejoría ni en la misma actividad política o en la atención de algún aspecto del funcionamiento de nuestra democracia”, expresó.