Asombra durabilidad de Julio Franco

Asombra durabilidad de Julio Franco

Julio Franco era un torpedero de 155 libras que bateaba cohetes a la banda contraria con el equipo de clase A de los Filis de Filadelfia en 1980. Veinticuatro años más tarde, a los 45 años de edad, es un inicialista fuerte que conecta cohetes a la banda contraria con los Bravos de Atlanta. Y ahora la meta de Franco es jugar hasta los 50 años, algo que parece increíble hasta que se quita la camiseta.

“Solo mírenlo”, dice su compañero de equipo Chipper Jones. “Está en mejor condición física que cualquiera en nuestro equipo”.

Julio Franco tiene ocho remolcadas en sus primeros 17 turnos al bate esta temporada.

Franco es una maravilla médica, un anormal en el mejor sentido de la palabra. Parece imposible que alguien a su edad pueda mantener una velocidad de su bate, pero él lo ha hecho.

Eso quedó claro el 10 de abril contra los Cachorros. Franco bateaba como emergente en el noveno episodio contra el relevista de los Cachorros, Kyle Farnsworth, cuyo cuerpo es tan impresionante como el de Franco, pero solo tiene 28 años de edad y tira casi a 100 millas por hora.

Franco le dio varios fouls antes de pegarle un doble al jardín derecho para poner a los Bravos arriba. ¿Cómo puede jugar en las mayores un hombre de 45 años? ¿Cómo puede batear una recta a 100 millas por hora un hombre de 45 años?

“Ese fue tremendo turno al bate”, dijo el dirigente de los Cachorros, Dusty Baker. “Julio es tan fuerte, determinado y es realmente inteligente. El no recibe el crédito por eso. Ese turno al bate, él sabía lo que venía. El sabe lo que viene todo el tiempo. Ese tipo realmente sabe batear”.

Franco es el primer jugador no lanzador en jugar en las mayores a los 45 años desde que Carlton Fisk lo hiciera en 1992. De acuerdo al Elias Sports Bureau, el año pasado Franco se convirtió en el jugador más viejo en jugar en 100 partidos en una temporada en la que cumplió 45 años.

Franco cumplirá 46 el 23 de agosto. Jesse Orosco, un lanzador, posee el récord de más partidos – 65 el año pasado – para un jugador de 46 años. Sam Thompson, de los Tigres de 1906, posee el récord de más encuentros jugados para un jugador de posición: salió de un retiro de ocho años para jugar ocho encuentros ese año. Franco de seguro romperá esa marca este año.

“Me encanta jugar béisbol”, dijo Franco. “Siempre he mantenido mi cuerpo en buenas condiciones de juego”.

Franco siempre ha sido un gran bateador, y siempre ha tenido manos ridículamente fuertes, muñecas y antebrazos, aún cuando pesaba 155 libras. Siempre ha sido capaz de arropar ese bate – uno de los más pesados en las mayores – por encima de su cabeza y de alguna forma sacarlo por la zona de strike. Este es, después de todo, el mismo tipo que ha sido visto dando líneas para todas las bandas en prácticas de bateo con una pesa en su bate.

Solo una pequeña porción del barril del bate queda expuesto, pero Franco siempre encuentra el contacto.

“¿Cómo puede hacer eso?”, preguntó Bobby Valentine, uno de los ex dirigentes de Franco.

“No tengo una idea”, dijo Valentine asombrado. “Lo veo todas las noches y no puedo creerlo. Batea tan duro como cualquiera de manera consistente. Si le enseñara a batear a un muchacho, le diría que viera a Julio. Manos asombrosas. Las mantiene arriba, luego directo a la bola”.

La carrera de Franco comenzó con los Filis en 1982, una temporada en la que Carl Yastrzemski, Luis Tiant, Sparky Lyle, Rusty Staub, Jerry Koosman, Jim Kaat y Mark Belanger estaban activos.

Franco o Ryne Sandberg estaban supuestos a ser el torpedero del futuro de los Filis, pero ambos fueron cambiados, Franco pasó a Cleveland en 1983 en el cambio de Von Hayes. Franco ganó el título de bateo (.341) con los Rancheros en 1991, una de siete temporadas de .300 en las mayores. Ha jugado con los Medias Blancas, Cerveceros, y Devil Rays, así como en Japón, Corea y México.

“Estaba dispuesto a ir a Japón al final de mi carrera, pero no iba a ir a Corea o México”, dijo Baker. “Julio peleó para volver”.

Los Bravos firmaron a Franco desde la Liga de México en el 2001, reviviendo su carrera de béisbol a los 43 años. Fue recibido con escepticismo por la prensa, pero se ha mantenido por más de dos años y parece seguro a regresar la temporada que viene.

Es un una bestia en el gimnasio, los compañeros se maravillan con su fuerza y nunca ha perdido el amor de su juego, su fortaleza o su impresionante swing que ha producido casi 2,400 hits.

Ahora está encaminado a seguir haciendo historia, y jugar hasta que tenga 50 años.

Versión (Dionisio Soldevila Brea). –

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[b]*De por vida[/b]

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