Asonahores debe reconsiderar

Asonahores debe reconsiderar

Es paradójico, la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo, que sin sesgos debe impulsar las inversiones en el sector, en el caso de los hoteles de altura ha estado haciendo lo contrario, diciendo que se pretende hacer crecer en altura de cuatro y cinco a 22 los niveles en el cinturón de hoteles que rodea la playa de Punta Cana, Bávaro-Macao.
No es verdad. Lo peor es que ha sido excusa para que los políticos del Ayuntamiento de Higüey retrasen las licencias de uso de suelo para construir las torres en los extremos del desarrollo turístico de Punta Cana, Bávaro-Macao, que encaja en las nuevas tendencias de los mercados nacional e internacional.
Es cierto, para los particulares ha sido exitoso el modelo de desarrollo basado en baja densidad y baja altura que se ha estado explotando por décadas en las mencionadas playas. Pero también se debe admitir que ese éxito ha tenido un elevado costo para la sociedad, está a la vista. Por la actividad humana las costas han perdido metros de playa, las han degradado instalaciones de infraestructuras informales, proyectos inmobiliarios y negocios particulares de baja altura.
Son conclusiones rigurosas de investigaciones puntuales como «Punta Cana: paraíso turístico que sucumbe a la perdida de playa y al afán hotelero», y otras de Organismos Internacionales. Califican como altamente crítica la situación de Punta Cana Bávaro-Macao, por los efectos del cambio climático y por tener el porcentaje más alto de acuíferos subterráneos afectados por salinización ligado a intrusión marina. Suman el continuo crecimiento urbano para desaconsejar el actual modelo de expansión horizontal.
Asonahores conoce los estudios, también que las consecuencias se debe a la explotación descontrolada de la zona, no obstante leyes y resoluciones que prohíben construir hoteles lo más cerca posible del mar para aprovechar el enorme ancho de las playas.
Tienen conocimiento pleno de todo lo que está pasando, por eso pocos entienden porque se oponen a la aprobación de licencias de uso de suelo para construir torres en los extremos del desarrollo turístico de Punta Cana, Bávaro-Macao.
No es verdad, como alegan, que el cambio generara beneficios para un sector perjudicando al otro, porque las inversiones son complementarias y al final las torres revaluarán al alza los activos de baja altura-baja densidad cercanos a la playa, ha sucedido en otros países.
La coexistencia de los modelos nos mejora como destino turístico, acerca el logro de la meta 10 millones de turistas que se pretende para el 2022, faltan alrededor de 4 millones que no se alcanzan obstaculizando inversiones, y en el mediano plazo elevara a dos dígitos la participación del valor agregado de hoteles, bares y restaurantes en el PIB de la economía.
Como cumplen con todo el papeleo, el Ayuntamiento de Higüey debe aprobar los permisos de uso de suelo, para que los promotores inicien la construcción de hoteles de altura o torres en Punta Cana y Bávaro-Macao. Entendiendo que a la zona conviene el modelo de edificación que ocupa menos suelo e incorpora el manglar, que está demandando su espacio como garante de un desarrollo sostenible, sin alterar el negocio del modelo actual de baja densidad y baja altura en las edificaciones

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