Asonahores en desacuerdo sobre
la reforma fiscal

Asonahores en desacuerdo sobre <BR>la reforma fiscal

POR SOILA PANIAGUA
La Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes  (ASONAHORES) declaró su desacuerdo con el proyecto de reforma fiscal que  presentó al gobierno el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), por considerar que no fue el resultado de un consenso.

Los hoteleros consideraron asimismo que ese proyecto de reforma excluye importantes aspectos acordados en la mesa de diálogo relativos al sector turístico.

«A partir de este momento el sector turístico planteará su posición directamente al gobierno, al Congreso, a los partidos políticos, a los demás sectores económicos y a otros actores sociales involucrados en el proceso de diálogo sobre la reforma fiscal», informó ayer Enrique de Marchena Kaluche, presidente de ASONAHORES.

En un documento entregado a los medios de comunicación, el dirigente empresarial opinó que la posición del CONEP no representa puntos de vista del sector turístico, que fueron excluidos a pesar de que fueron entregados, discutidos por más de dos meses y aceptados en el diálogo.

«Una reforma más no es lo que el país necesita. Una reforma tributaria que sirva de base para impulsar el desarrollo social y económico del país, propiciando mayores niveles de inversión y generación de empleos, debe ser una obligación y un compromiso de los actores envueltos en el diálogo», indicó.

De Marchena se refirió a la coherente posición pública del Secretario de Turismo, Félix Jiménez, que ha planteado la necesidad de establecer un ITBIS diferenciado para los turistas para poder competir con México que tiene un 10%, Cuba que no tiene y otros países en donde ese gravamen es más bajo.

Dijo que ASONAHORES propiciará una reunión con los representantes del Gobierno y hará lo mismo con los líderes del Congreso y otras instancias, para explicar porqué una reforma fiscal debe reconocer al turismo como un sector exportador, por su gran aporte como generador de divisas, lo que permite sustentar la estabilidad de la economía.

En ese orden, refirió el presidente de ASONAHORES en el año 2004 el turismo generó al país divisas por US$3,180 millones, superando los aportes de las exportaciones nacionales que fueron US$1,333.5 millones; las de zonas francas unos US$1,655.2 millones y los US$2,200.3 millones de remesas de los dominicanos en el exterior.

Comentó que los ingresos de dólares provenientes de la exportación de servicios a través del turismo pagaron el 40.5% del total de las importaciones de la República Dominicana en 2004 y fueron fundamentales para que la balanza de pagos reflejara un resultado superavitario de US$546.2 millones.

Explicó que el proyecto que se presentó al Gobierno reduce la reforma fiscal a una simple matemática tributaria para compensar al Gobierno los ingresos que perderá por el Tratado de Libre Comercio (DR-CAFTA) y no toma en cuenta que es vital para el país crear condiciones para asegurar la competitividad de los sectores productivos, en especial los sectores exportadores como es el turismo.

En el caso del turismo, una verdadera reforma fiscal debe propiciar las condiciones para que el país pueda presentarse al mercado en igualdad de condiciones frente a sus principales competidores de la región, principalmente la Rivera Maya, -en el Caribe Méxicano-, Jamaica y  Cuba.

«Para que el sector turístico pueda continuar sus aportes en divisas y empleos y atraer nuevas inversiones, es necesario abandonar la idea de que podemos exportar nuestros impuestos, cosa que no hace ningún país del mundo que desee mayores niveles de desarrollo social y económico», dijo De Marchena en un documento entregado ayer a los medios de comunicación.

Afirmó que mantener la competitividad del turismo es fundamental para el dinamismo económico de muchas zonas del país, porque ese sector genera unos 180,000 empleos directos y cerca de 400 empleos indirectos y contribuye con el impulso de la producción agropecuaria, comercial, financiera, industrial y de servicios.

Dijo que el proyecto de reforma fiscal «ni siquiera ha tomado en cuenta el hecho de que desde el propio Gobierno se están dando señales claras de respaldo a la posición de ASONAHORES, porque se entiende que el país está obligado a colocar la industria turística en una posición competitiva para devolverle la rentabilidad y mantenerla como puntal del desarrollo económico».

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