Aspectos de la transición necesaria

Aspectos de la transición necesaria

Lo que plantea Hipólito Mejía es rescatar las esencias de independencia de los pueblos de América

La transición necesaria, enarbolada por Hipólito Mejía, es una forma de gobernar en favor del pueblo, para lo cual se necesitan: “hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados”.
Es luchar por “el sistema de gobierno perfecto, el que produce la mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”
Romper con la dictablanda del peledeísmo porque “la continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos”.
Es muy perjudicial que un partido o un hombre “fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir”
“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía”, no lo permitamos más.
Tenemos que practicar y enseñar que “las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes, que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad, que la Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad”
En el gobierno actual “los códigos, los sistemas, los estatutos, por sabios que sean, son obras muertas” que se usan para beneficio de unos pocos.
Necesitamos hombres que “entre los escollos de la política y de las desgracias públicas, preserven su honor intacto”. La práctica indigna de muchos legisladores hace necesario que pasen por una “una escuela de moral”.
La dictablanda hace creer que los empleos públicos le pertenecen, que son patrimonio de particulares, pero “ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos.”.
En la actual coyuntura el gobierno domina “la primera de todas las fuerzas, la opinión pública”, lo cual se ha convertido en un secuestro de la verdad y de la libertad de información.
La educación pública debe empezar por “la enseñanza de las buenas costumbres o hábitos sociales, que es tan esencial como la instrucción. Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”.
La libertad primero, antes que nada, “el hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la humanidad”.
“El pueblo debe ser obedecido hasta cuando yerra. El arte de vencer se aprende en las derrotas”, no debemos desmayar “todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos”.
Lo que plantea Hipólito Mejía es rescatar las esencias de independencia de los pueblos de América y lo traduzco en citas entrecomilladas, que forman parte del pensamiento vivo del Libertador Simón Bolívar que integran este artículo.

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