El aspirante a la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Editrudis Beltrán, aseguró que los servidores de esa institución no pueden, bajo ninguna circunstancia, defraudar a la sociedad dominicana.
De acuerdo con el experimentado catedrático, el país espera un gran sacrificio de la familia universitaria para que más de 200 mil estudiantes puedan cursar el primer semestre del 2018 sin inconvenientes.
Beltrán hizo sus comentarios al dar la bienvenida a los profesores, alumnos y empleados administrativos, con motivo del inicio de clases en la UASD.
Recordó que esa academia tiene como misión histórica proporcionar una formación superior de calidad a los más necesitados de la nación.
En una reflexión divulgada, el actual vicerrector administrativo uasdiano hizo un vehemente llamado a la conciencia de cada uno de los universitarios a fin de que la casa de altos estudios no sea perjudicada por actitudes inconsecuentes de grupos minúsculos que amenazan su existencia.
Sostuvo que esos núcleos no comprenden el compromiso de la Primada de América con los sectores más empobrecidos del pueblo.
En ese orden, Beltrán llamó a los sectores sensatos a conformar una sólida unidad para preservar a la institución.
“Ante la situación que estamos observando, es vital que los maestras y maestras, así como los servidores administrativos y el estudiantado, hagamos una sólida unidad para impulsar a la UASD por los senderos correctos”, proclamó.
Señaló que las justas demandas de los servidores de la academia no se pueden convertir en capital político para atentar contra el destino de la entidad de estudios superiores.
Recordó que “miles de estudiantes, padres de familia y la sociedad dominicana, en sentido general, esperan de los universitarios la madurez institucional y sensatez colectiva para iniciar este semestre enarbolando la bandera de calidez humana y docente con que siempre nos caracterizamos».
Asimismo, manifestó que «ahora más que nunca, la familia uasdiana debe marchar unida en la sensatez, el diálogo, la armonía y la paz institucional”.