A partir de hoy  los aspirantes a   dirigir la Liga  Municipal de la Liga Municipal Dominicana (LMD) deben  tener un mínimo de cuatro años  de experiencia en materia municipal, y ser graduados en Economía, Derecho, Contabilidad, Admistración Pública,  Administración de Empresas o de otras áreas afines.

Así lo establece el nuevo Reglamento sobre Organización y Funcionamiento de la Liga Municipal Dominicana, aprobado ayer en la Asamblea General de Municipios que, en adición  a los requisitos establecidos en la Ley 176-07, les impone un régimen de restricciones.

Las prohibiciones.  En lo adelante, ni el secretario general ni el subsecretario de la LMD podrán tener participación en empresas que tengan convenios o contratos con el sector público, ni empresas subcontratistas de éstas o que perciban ayudas públicas.

Tampoco podrán utilizar el cargo para obtener ventajas, beneficios o privilegios de manera directa o indirecta para él, algún miembro de su familia o cualquier otra persona, negocio o entidad.

A ninguno de los dos funcionarios le estará permitido   solicitar o aceptar algún bien de valor económico como pago, retribución o gratificación, por realizar los deberes y responsabilidades inherentes a su cargo, al margen de su salario.

“No podrán ser partes o tener algún interés en las ganancias o beneficios producto de un contrato con cualquier institución pública o privada, ni obtener préstamos y contraer obligaciones con personas naturales o jurídicas con las cuales se tengan relaciones oficiales en razón del cargo público que desempeñan”.

Tampoco podrán  servir a intereses de partidos ni organizar o dirigir directamente demostraciones partidistas, ni   requerir, inducir u obligar a sus subalternos a participar en actividades en ellas.

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Rechazan moción

La Asamblea General de Municipios rechazó una propuesta presentada por Franklin Almeyda para que el secretario general de la LMD fuera electo el 24 de abril de este año. Esta propuesta había sido acordada en un reunión que previo al inicio de la Asamblea sostuvieron Almeyda, Félix Rodrí, presidente de Fedomu, y el propio Fidias Aristy, quien la sugirió como forma de salir del “tranque” que en torno a la escogencia del secretario general, persistía al mediodía. Fue entonces cuando el propio Aristy se dirigió a los asambleístas y dijo que él estaba dispuesto a aceptar lo que ellos quisieran que se acordó un año.