Julian Assange divulgó hoy su declaración a la fiscalía sueca, tras ser interrogado el pasado mes en la embajada ecuatoriana en Londres, en la que reitera su inocencia por el delito sexual que se le atribuye y denuncia lo “abusivo” del caso.
El fundador de WikiLeaks vive asilado desde hace más de cuatro años en la legación de Ecuador de la capital británica a fin de evitar su entrega a Suecia, que reclamaba su extradición para esclarecer su supuesta implicación en cuatro delitos de naturaleza sexual que él niega.
De esos cuatro delitos, dos por acoso sexual y un tercero por coerción ilegal prescribieron ya el pasado agosto mientras que el más grave, una violación “en grado menor” a una joven mientras dormía, continúa vigente hasta 2020. El pasado mes, el fiscal ecuatoriano Wilson Toainga tomó declaración al activista, de 45 años, en base a un listado de preguntas formuladas por el Ministerio de Justicia sueco.
Assange explica en el comunicado divulgado hoy cómo mantuvo “relaciones sexuales consensuadas” con una mujer en Suecia y admite que “no podía creerse” los titulares publicados por un tabloide de ese país cinco días después, en los que se indicaba que era sospechoso de un delito sexual.
“Inmediatamente me puse a disposición de las autoridades suecas para aclarar cualquier cuestión que pudieran tener, aunque no tenía la obligación de hacerlo”, reveló el activista australiano al prestar su testimonio. Assange también indicó que ese mismo día (el 21 de agosto de 2010), una fiscal de Estocolmo, Eva Finne, retiró la orden de arresto cursada contra él y que, por ello, llegó a la conclusión de que “al margen del daño ocasionado a nivel mundial” contra su reputación, su vida “volvería a la normalidad».