Era domingo y la tarde estaba soleada y calurosa, mas eso no impidió que integrantes del Centro Asturiano de Santo Domingo se reunieran en sus instalaciones para celebrar su acostumbrada romería en honor a la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias.
Las actividades iniciaron con una misa de acción de gracias oficiada por el padre Javier Colino en el patio de la entidad bajo una carpa que apenas cubría a los asistentes de los rayos del sol.
Previo a la ceremonia religiosa, Rafael Rodríguez García, presidente del centro, dijo que la fiesta es una viva manifestación y recordación de las raíces y la identidad de los asturianos.
Al referirse a la romería, manifestó que es -por antigua tradición familiar -un encuentro donde se recuerda su tradicional inicio, constituyendo uno de los signos con más fuerza y poder de convocatoria que Asturias tiene.
Hay una mezcla en la que se integran dos concepciones: una es histórica política -que inicia la reconquista de España- y la otra, es la veneración de la Virgen por la mayoría de los pobladores de Asturias; igual que la celebración de la Patrona de la República Dominicana, Nuestra Señora de la Altagracia, que cada 21 de enero los dominicanos veneran con devoción.
Historia
La fiesta de la Romería Asturiana es una manifestación del folclore, costumbres y tradiciones asturianos en honor a la virgen de Covadonga, cuya imagen se encontró en el lugar del mismo nombre. Se celebra el último domingo de agosto. Los feligreses hacen un desfile donde llevan cestas de flores, además no faltan tambores y gaitas, se llevan también alfiladas, unos bollos de pan dulce que se ofrecen a la virgen. Terminado el pregón, ejecutan la Danza Prima, creada por el Padre Galo.