NUEVA DELHI (AP) — La primera mujer presidente de la India fue juramentada ayer, prometiendo luchar contra la tradición de abortar los fetos femeninos y a favor de los derechos de la mujer en un país donde son tratadas con frecuencia como ciudadanos de segunda clase. 

Una guardia de honor, montada a caballo y vestida de blanco, escoltó la limusina negra de Pratibha Patil hasta un parlamento atestado, donde ella juramentó.

A la elaborada ceremonia le siguió un saludo de 21 cañones que retumbó por todo el centro de Nueva Delhi para anunciar la inauguración del gobierno del 13er presidente de la India.

 A pesar de haber sido promovido como un paso importante rumbo a la igualdad de género en el país, la elección de Patil al puesto, simbólico en gran medida, sólo generó una respuesta tibia de parte de muchas mujeres, que argumentan que les ha dado poco más que un símbolo y no a una lideresa que las represente.  Patil, de 72 años, antes de las elecciones guardó silencio casi todo el tiempo sobre sus metas, especialmente después de que fue muy criticada por sus declaraciones en que pidió a las mujeres indias —tanto musulmanas como hindúes— que dejaran de emplear pañoletas en la cabeza, una tradición que en la actualidad se mantiene más en las áreas rurales.

 Sin embargo, incluso en las ciudades es posible ver a mujeres con pañoletas. Patil portó una, como suele hacerlo a pesar de su petición para que no se usen, durante su discurso inaugural ante el parlamento, en el que delineó sus prioridades.

 “La emancipación de las mujeres es especialmente importante para mí, pues creo que esto conduce a la emancipación de la nación”, dijo Patil, al tiempo que pidió educación para todos en la India. 

Patil se comprometió a luchar en favor de la enorme masa de gente pobre en este país de unos 1.100 millones de habitantes, a medida que lucha por transformarse en un gigante económico moderno.  “Debemos acabar con la desnutrición, los males sociales, la mortalidad infantil y el feticidio femenino”, señaló. 

Elogia Indira Gandhi

En un discurso plagado de alusiones a los líderes históricos de la India desde su independencia hace casi 60 años, Patil hizo un alto en el camino para elogiar la figura de Indira Gandhi.

“Indira Gandhi, como primera y única mujer que llegó a ser primera ministra, nos enseñó que la mejora de las condiciones de los desfavorecidos y el alivio de la pobreza tienen que continuar siendo el deber más sagrado y prioritario de los que dirigen un país”, aseguró la nueva jefa de Estado.

En un parlamento que leyó primero en inglés y después en hindi, Patil evocó ante cientos de diputados el papel histórico de “mujeres valientes” que lucharon contra el “dominio extranjero”, como Rani Lakshmibai, Begum Hazrat Mahal y Kitturu Rani Chennamma.