WARRI, Nigeria (AP) .- Milicianos armados lanzaron el sábado una ola de ataques en la conflictiva zona del delta del Níger, donde detonaron ductos de gas y petróleo, y secuestraron a nueve trabajadores extranjeros.

Se trata de los hechos más recientes de violencia en la región.  Un portavoz de Shell dijo que la empresa británico-holandesa debió cerrar una de sus instalaciones que produce cerca de 400.000 barriles de crudo por día, el 16% de la producción de crudo de esta nación del oeste de Africa.

Unos 40 rebeldes sometieron a los guardias militares y secuestraron a los extranjeros antes del amanecer en una embarcación de la empresa estadounidense Willbros, dijo un funcionario de la compañía que habló a condición de mantener su nombre en el anonimato porque no estaba autorizado a dialogar con la prensa.

En un mensaje de correo electrónico enviado el sábado a la AP, los milicianos manifestaron que entre los secuestrados había tres estadounidenses, dos egipcios, dos tailandeses, un británico y un filipino.

El portavoz del departamento de Estado Noel Clay dijo que no tenía información sobre los trabajadores ni conocía su identidad.

El funcionario de Shell Donald Boham manifestó que los insurgentes atacaron la plataforma de carga petrolera Focardos en la región occidental del delta, que moviliza unos 400.000 barriles de crudo por día. Nigeria normalmente produce 2,5 millones de barriles diarios.

En el mensaje de correo electrónico, el Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger se atribuyó la responsabilidad de los ataques y de secuestrar a los trabajadores petroleros, que viajaban en una lancha de Wilbros, empresa que presta servicios a la industria de los hidrocarburos.

El Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger dijo en el mensaje de correo electrónico que los atentados eran una respuesta a los ataques con helicópteros contra comunidades de minorías étnicas en la región, de esta semana. Los rebeldes amenazaron con más ataques de «gran escala’’.

Los precios del crudo ascendieron el viernes más de un dólar y se ubicaron cerca de los 60 dólares por barril ante la preocupación por la oferta que provocó la amenaza de un grupo de milicianos de lanzar una guerra contra los intereses petroleros extranjeros.

En hechos lo que parecieron hechos coordinados de violencia, los milicianos atacaron un buque cisterna en la terminal exportadora de Shell Forcados, e incendiaron un importante oleoducto de crudo de esa misma empresa en Chanomi Creek, en el oeste del delta, dijo Boham.

Los rebeldes manifestaron que también dañaron equipos que conectaban al oleoducto con otras tuberías más pequeñas.

Los insurgentes se atribuyeron también la destrucción de un gasoducto estatal que va desde la planta de Escravos, en el delta, a la capital comercial del país, Lagos. El ataque no pudo ser confirmado de manera independiente.

Dijeron además que están luchando por más autonomía, para que exista una mejor distribución de la riqueza petrolera, y se compensen los daños ambientales en la región donde viven cerca de ocho millones de ijaw. La mayor tribu del área acusa el gobierno y a las empresas petroleras de estafarla con la riqueza producida en su tierra.