El presidente argentino Mauricio Macri resultó ileso ayer luego de que una decena de personas rompieron a piedrazos dos vidrios del vehículo en el que se desplazaba en la provincia de Neuquén, informó el gobierno.
Los agresores atacaron la camioneta en la que el mandatario de 57 años se dirigía al acto de inauguración de un centro de información turística en Villa Traful, unos 1.600 kilómetros al suroeste de Buenos Aires. Un comunicado de la presidencia no precisó la identidad de los agresores ni qué vidrios del vehículo resultaron rotos, pero señaló que “la agenda del Jefe de Estado continúa en forma normal”.
Nicolás Lagos, alcalde de Villa Traful, dijo que los agresores habrían sido manifestantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la ciudad de Neuquén y que la camioneta que usaba Macri, perteneciente al municipio, no tenía los vidrios blindados.
Sin embargo, el secretario general de la ATE de Neuquén, Carlos Quintriqueo, afirmó a la agencia oficial de noticias Télam que integrantes de la organización no fueron quienes realizaron el ataque, aunque reconoció que le hicieron “un escrache (protesta)” por los despidos ocurridos en organismos nacionales. “Nosotros no somos los responsables de los piedrazos”, aseguró el titular de la organización sindical.
Quintriqueo también dijo que “fueron diez de nuestros compañeros a realizar la manifestación (y) cuando regresen procesaremos el material fílmico (que grabaron) y veremos si hubo infiltrados y qué pasó exactamente”.