Atacante de Fort Hood es sentenciado a muerte

<P>Atacante de Fort Hood es sentenciado a muerte</P>

FORT HOOD, Texas, EE.UU. AP. Una corte militar sentenció a muerte el miércoles al mayor Nidal Hasan por matar a balazos a 13 personas en Fort Hood en 2009, brindándole lo que él cree será el martirio que anhelaba y que aparentemente motivó el ataque a sus camaradas desarmados.   

Hasan, un musulmán nacido en Estados Unidos, nunca negó ser el perpetrador y ha dicho que actuó motivado por el deseo de proteger a los insurgentes musulmanes que luchan en el extranjero de la agresión estadounidense.   

En sus alegatos iniciales, reconoció ante el jurado que jaló el gatillo en una atestada sala de espera donde los efectivos se sometían a sus últimos exámenes médicos antes de partir a Irak y Afganistán.   

Debido a que no negó las acusaciones, lo que estaba en juego durante el juicio era la condena que recibiría: muerte o prisión perpetua.   

El mismo jurado que lo declaró culpable la semana pasada por el ataque tenía sólo dos opciones: o acordar unánimemente que Hasan debería morir o darle al siquiatra militar de 42 años una cadena perpetua automática sin posibilidad de libertad condicional.   

Hasan no evidenció reacción alguna cuando se leyó el veredicto, y fijó la mirada primero en la presidenta del jurado y después en el juez. Oficiales dijeron que será llevado de vuelta a la cárcel del condado y después lo transportarán en el primer vuelo militar disponible a la prisión militar de Fort Leavenworth en Kansas. El momento del vuelo no estaba claro de inmediato.   

Hasan sería el primer soldado estadounidense ejecutado en más de medio siglo. Pero debido a que el sistema de justicia militar establece un largo proceso de apelaciones, podrían pasar años e incluso décadas antes de que se ejecute la sentencia.   

El fiscal principal aseguró a los jurados que Hasan “nunca será un mártir” a pesar de su intento por vincular el ataque a la religión.   

“Es un criminal. Es un asesino a sangre fría”, dijo el coronel Mike Mulligan el miércoles en su última solicitud de una inusual pena de muerte militar. “Este no es su regalo a Dios. Es su deuda a esta sociedad. Este es el costo de su conducta asesina”.   

Durante casi cuatro años, el gobierno federal ha buscado la ejecución para Hasan, al creer que cualquier otra opción sería negar la justicia a las familias de los muertos y los sobrevivientes que creían estar a salvo detrás de las puertas de la base de Texas.   

Durante ese periodo, Hasan se ha mostrado satisfecho con la idea de la pena capital por sus creencias. Despidió a sus abogados para representarse a sí mismo, apenas se defendió en un juicio de tres semanas y no hizo casi ningún esfuerzo para salvar su vida.

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