Atahualpa Soñe – Motivación social

Atahualpa Soñe – Motivación social

Gran parte de los motivos adquiridos son de orden social, en cuanto que son aprendidos en la sociedad o cultura en que se sirve. Mientras que la motivación primaria biológica es común al hombre y los animales, lo que fundamentalmente los distingue entre sí es la capacidad que el hombre tiene de adquirir motivos sociales.

Los mismos impulsos primarios en el hombre están sometidos a un proceso de «socialización», aunque la fuente de donde brotan esos impulsos primarios sea la misma en el animal y en el hombre, ese procedimiento y los modos de satisfacer estas necesidades varían enormemente según el ambiente cultural, las normas y usos sociales del grupo humano a que pertenece.

Motivos específicamente sociales son por lo tanto, aquellos que se dan en el hombre a consecuencia de ser este parte o miembro de un grupo social.

Se han propuesto muchas, al igual que en los motivos primarios, pero la dificulta es evidentemente mayor de distinguir en los sociales. De manera general, podemos distinguir tres tipos de teorías clasificatorias:

1.- Hay autores que reducen los motivos sociales a uno sólo. El caso más claro es el del psicoanálisis de Freud, para quien todos los impulsos sociales brotan de una única fuente de energía: la líbido. En su obra «Psicología de las masas y análisis del Yo», Freud explica cómo esta fuente de energía sexual da origen a las más complejas relaciones y motivaciones sociales.

2.- Otros autores han tendido a multiplicar indefinidamente los motivos sociales, elaborando listas en forma de catálogo o inventarios.

El caso lo tenemos en los autores pertenecientes a la escuela instintivista. Aunque es cierto que esto no ocurre con los autores más representativos de esta escuela, que ponían un número más o menos reducido de instintos con la tendencia a postular un instinto para cada actividad. Allport señala que un autor, Bernard, en su obra «Instinto: Estudio Social», revisa la literatura psicológica y sociológica y descubre que habían a 14,000 instintod.

Finalmente, una tercera tendencia es la de aquellos autores que señalan un número más o menos reducido de motivos sociales, pero concediendo a estos una cierta flexibilidad de forma que a través de ellos podamos explicarnos los variadísimos modos de conducta motivada socialmente.

A modo de ejemplo: Kresch Crutchifield Ballachey, estudian seis (6) de estos motivos: 1) Deseo de afiliación. 2) Deseo de adquisición. 3) Deseo de prestigio. 4) Deseo de poder. 5) Deseo altruista. 6) Deseo de curiosidad.

Es evidente la impresión con que ha de contar cualquier clasificación de los motivos sociales.

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