Por IAN JAMES
CARACAS (AP) _ El embajador estadounidense en Venezuela se ha acostumbrado a las protestas contra su país, pero los simpatizantes del presidente Hugo Chávez parecieron llegar demasiado lejos al lanzar huevos y tomates contra su vehículo y al perseguir su caravana en motocicletas.

   El incidente ocurrido el viernes, generó una respuesta firme de Washington, que citó al embajador venezolano y le advirtió de «consecuencias diplomáticas severas» si algo similar vuelve a ocurrir.

   El portavoz de la legación estadounidense, Brian Penn, dijo que la escolta policial venezolana no intervino siquiera cuando los manifestantes arremetieron con golpes, patadas y proyectiles contra el automóvil que transportaba al embajador Willaim Brownfield. Nadie resultó herido.

   «Fuimos atacados por estos motociclistas que arrojaban frutas y vegetales», dijo Penn. «Estaban golpeando los vehículos, incluido el del embajador, mientras conducían. No había nadie que los detuviera».

   Fue la tercera vez en tres semanas que Brownfield se ha topado con manifestantes, quienes en otras ocasiones, han quemado neumáticos y banderas estadounidenses.

   Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se han deteriorado notablemente en los últimos 18 meses. El presidente venezolano Hugo Chávez ha acusado a Estados Unidos de planear una invasión a su país y asegura que Washington estuvo detrás de un fallido golpe de estado en el 2002.

   El gobierno del presidente Bush ha rechazado las acusaciones y ha señalado que Chávez está desmantelando sistemáticamente la democracia de Venezuela y ha utilizado los ingresos del petróleo para comprar influencia política en América Latina.

   La protesta más reciente comenzó cuando Brownfield visitó un estadio de béisbol en un barrio pobre, a fin de entregar bates y demás equipo donado para una liga juvenil. El embajador suele realizar actos públicos con fines caritativos, así como encuentros con líderes comunitarios, incluso en zonas consideradas como bastiones de Chávez.

   Esta vez, un simpatizante de Chávez quien dijo ser funcionario de la oficina del alcalde, se aproximó al embajador y dijo que la gente en el área quería que Brownfield se fuera, relató Penn. El embajador se quedó y concluyó su acto, mientras decenas de personas le exigían a gritos que se marchara.

   Penn dijo que la lluvia de tomates, huevos, cebollas y otros proyectiles comenzó cuando la caravana se retiró y pasó frente a un mercado vecino.

   «Afuera, las mujeres y los hombres que protestaban, lanzaban piedras, huevos, tomates y siguieron a la caravana, se identificaron _al menos por sus consignas y gritos_ como miembros de los Tupamaros», dijo Brownfield a la radiodifusora Voice of America. «Los Tupamaros son una organización clandestina que se considera una guerrilla urbana».

   Sin embargo, los dirigentes del grupo han renunciado a la violencia en los años recientes y formaron un partido político que apoya a Chávez.

   La embajada estadounidense divulgó un vídeo grabado desde el interior de uno de los autos de la caravana, cuyas ventanas quedaron cubiertas con restos de huevos. En la grabación, varios motociclistas se acercan al convoy de cuatro vehículos y luego retroceden.

   En un momento, dijo Brownfield, el automóvil quedó atrapado en el tránsito. Los motociclistas rodearon y golpearon el vehículo.