BOGOTA (AFP).- A nueve aumentó este lunes el número de muertos por un ataque con explosivos de presuntos rebeldes de las FARC contra un vehículo de transporte público, en el que se sospecha viajaban al menos tres paramilitares, un hecho ocurrido el domingo en la localidad colombiana de Riohacha (norte).
Un primer balance dio cuenta de ocho muertos, pero las autoridades confirmaron el fallecimiento este lunes de una de las dos personas heridas en el atentado, y dijeron que entre las víctimas mortales se hallan cuatro menores de edad.
El comandante del Ejército, general Reinaldo Castellanos, señaló que las pesquisas hacen presumir que se trató de un ataque de las FARC contra paramilitares de ultraderecha, en el que resultaron afectados civiles.
«Todo indica que fue un enfrentamiento entre grupos de Autodefensa (paramilitares) y las FARC», dijo.
«Las personas vestían de civil, no les encontramos elementos que los sindicaran como paramilitares, puesto que no se encontraron uniformes ni armas de fuego», declaró por su parte el coronel Alejandro Callejas, jefe de la Policía en el departamento de La Guajira, del que Riohacha es capital.
Sin embargo, uno de los supervivientes aseguró este lunes a la prensa que el vehículo fue abordado por tres paramilitares, y que los demás ocupantes eran civiles.
«Nos pidieron que los lleváramos. En esos casos el conductor no puede negarse, porque si lo hace se mete en problemas. Más adelante fuimos atacados», relató el hombre en un hospital de Riohacha.
Callejas comentó que la Policía encontró restos de 14 cargas explosivas a lo largo de 80 metros de vía, las cuales fueron activadas a control remoto al paso del vehículo.
Según el oficial, varias de las víctimas vivían en una zona cuyo control se disputan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y grupos paramilitares.
«Se trata de un área que estuvo bajo dominio de las FARC y que ahora controlan grupos de Autodefensa», afirmó.
Callejas explicó que por esa zona se accede a un corredor estratégico que comunica a la Guajira con la Sierra Nevada de Santa Marta (950 km al norte de Bogotá), donde operan las FARC y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).