Ataque Faluya fue obra de ex soldados iraquíes

Ataque Faluya fue obra de ex soldados iraquíes

BAGDAD (AP).- Los ataques coordinados contra fuerzas de seguridad iraquíes en Faluya no fueron obra de combatientes extranjeros infiltrados sino de antiguos integrantes de las fuerzas de élite de Saddam Hussein, afirmó un mando militar estadounidense el domingo.

Las tácticas guerrilleras y la coordinación de la maniobra delatan que fueron obra de militares, dijo la fuente, que habló a condición de guardar el anonimato.

«Fue algo preparado por gente con conocimiento de tácticas de unidades reducidas», indicó el mando militar. «Fue un ataque complejo y bien coordinado. No fueron las mismas tácticas que hubiese utilizado al-Qaida. Se trata de tácticas militares y apuntan hacia antiguos miembros militares».

Empero, el administrador civil estadounidense en Irak dijo el domingo que el asalto de Faluya más bien parecía obra de extranjeros.

«Al parecer participaron extranjeros. Seguimos investigando esa posibilidad para establecer las implicaciones», comentó el administrador L. Paul Bremer en una entrevista televisada transmitida por la cadena de televisión ABC desde Bagdad.

El funcionario indicó que el ataque del sábado protagonizado por decenas de guerrilleros fue «complejo» y pareció «bien organizado». Murieron 25 personas, en su mayor parte policías.

Pero Bremer reconoció que es muy pronto para saber quién planeó y ejecutó el ataque.

«Existe un método de ataques dinamiteros suicidas en los últimos tres o cuatro meses que se acoplan exactamente con la estrategia de un terrorista de al-Qaida aquí llamado Zarqawi».

Bremer dijo que el jordano Abu Musab al-Zarqawi, sospechoso de realizar algunos de los ataques más cruentos en Irak, «básicamente intenta desencadenar aquí una guerra sectaria, una guerra civil, y esos atentados suicidas ciertamente son consistentes con su estrategia».

Agregó que Estados Unidos dobló la recompensa por la captura o muerte de al-Zarqawi.

El asalto del sábado fue quizá la operación guerrillera más compleja desde que concluyeron los principales combates en mayo. En él participaron grupos de soldados insurgentes que organizaron hábilmente un frente de tenaza _ un grupo inmovilizó a las fuerzas de defensa civiles en una parte de la aldea mientras el otro asaltaba la cárcel local. Los atacantes, muy bien armados, abrumaron a los inexpertos defensores iraquíes.

El ataque tuvo el sello de una minuciosa preparación: Los comerciantes de Faluya fueron advertidos de antemano que no abrieran sus establecimientos. Increíblemente, esa advertencia nunca llegó a oídos de la policía local. De la misma forma, nadie alertó a la fuerza pública de los controles carreteros establecidos por los insurgentes para sellar la ciudad.

Al concluir la ofensiva, la anonadada policía iraquí y las fuerzas de seguridad que sobrevivieron insistieron que los atacantes _ o por lo menos algunos de ellos _ eran extranjeros. Unos dijeron haber escuchado a los insurgentes hablar en una lengua extraña. Otros que dejaron tras sí objetos del culto chiíta. Dos atacantes muertos en la lucha al parecer portaban documentación libanesa.

Por Faluya corrieron rumores de que una milicia chiíta iraquí ligada a Irán, la Brigada Badr, fue la culpable. Otros denunciaron al grupo extremista libanés Jezbolá, también chiíta.

Empero, el mando militar estadounidense desestimó todas estas teorías y resaltó que una ofensiva de esta complejidad requiere fuerzas coordinadas, lo que apunta a los iraquíes con experiencia militar y abundante conocimiento del terreno de Faluya y sus residentes.

«La posibilidad de que sean extranjeros los que hicieron esto es muy escasa», insistió el mando, como tampoco es plausible la teoría de que fuera la Brigada Badr o Jezbolá las causantes.

El militar insistió que en otros combates ha sido encontrada documentación falsa extranjera en los cadáveres de los insurgentes, una táctica sicológica utilizada para confundir y sembrar el pánico entre la población.

Preguntado por los diálogos del enemigo en una lengua extranjera, el mando militar sugirió que seguramente era el idioma curdo; quizá a los atacantes se les sumaron miembros de la guerrilla Ansar al-Islam, un grupo iraquí formado por curdos sunis y que al parecer mantienen lazos con la banda terrorista al-Qaida.

«Es la explicación más probable», indicó el militar.

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