Kabul. EFE. Al menos 40 personas murieron y decenas fueron heridas en un ataque suicida múltiple y en un operativo de la OTAN que convirtieron el día de ayer en una de las jornadas más sangrientas para los civiles en los últimos años en Afganistán.
El incidente de mayor gravedad tuvo lugar en torno a las 11.00 hora local (06.30 GMT) en las afueras de la ciudad meridional de Kandahar, donde un comando de insurgentes se inmoló en un mercado cercano al aeropuerto, informaron fuentes oficiales.
Un terrorista detonó una carga explosiva que portaba en una motocicleta y, cuando la gente se acercó a ver qué había ocurrido, otro suicida provocó una segunda explosión, explicó a Efe el gobernador provincial, Toryalai Wisa.
Wisa cifró el número de fallecidos en 22 -todos ellos civiles- y el de heridos en 50, algunos de ellos de carácter grave. El jefe de la Policía provincial, Rahmatulá Itrafi, precisó a la agencia AIP que ocho de las víctimas mortales eran guardias de una compañía privada de seguridad.