MADRID. AFP. ETA puso fin de forma abrupta ayer a la campaña electoral para los comicios legislativos del domingo con el asesinato a tiros de un ex concejal socialista en Mondragón-Arrasate (País Vasco, norte), en un acto condenado desde el gobierno y todos los ámbitos políticos.
«Los terroristas han querido interferir en la pacífica manifestación de voluntad de los ciudadanos convocados a las urnas» el domingo, admitió el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero en una comparecencia. «Pero la democracia española ha demostrado que no admite retos de quienes se enfrentan a sus principios básicos y a sus valores más esenciales», añadió Zapatero.
El ex concejal socialista en la localidad de Mondragón-Arrasate (País Vasco, norte) Isaías Carrasco, de 42 años, fue tiroteado hacia las cuando salía de su casa, explicó el ministro del Interior español, Alfredo Pérez
El presidente regional vasco, Juan Ibarretxe, condenó el asesinato como «una salvajada» inhumana, al tiempo que se negó «a hacer una lectura política del asesinato de Isaías a dos días de las elecciones.