ANKARA.  AFP.  Más de 150 rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) murieron en ataques aéreos el jueves y viernes en el norte de Irak, anunció ayer el ejército turco.

«Según las primeras estimaciones, esta operación permitió neutralizar más de 150 terroristas», informó un comunicado publicado en el sitio de internet del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas turcas.

Entre las víctimas podrían encontrarse oficiales del PKK, según el documento, que revela también que la ofensiva aérea provocó un «gran movimiento de pánico entre los miembros» del PKK.

Los ataques destruyeron 43 objetivos, entre ellos varios refugios y centros de comunicaciones del PKK, en la región montañosa de Qandil, una zona de muy difícil acceso ubicada entre Irak, Irán y Turquía, que sirve de base para los separatistas kurdos.

El PKK, considerado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, lucha desde 1984 por la autonomía del sudeste de Turquía, de mayoría kurda. En el conflicto han muerto ya más de 37,000 personas.

Desde diciembre pasado, el ejército turco ha llevado a cabo, con la ayuda de los servicios de inteligencia estadounidenses, una docena de ataques aéreos así como una ofensiva terrestre, en febrero pasado, en la región, donde se esconden más de 2,000 rebeldes según el gobierno de Ankara.