Ataques en Irak se han reducido
55%, pero rebeldes son amenaza

Ataques en Irak se han reducido<BR>55%, pero rebeldes son amenaza

BAGDAD,  (AFP) – El número «de ataques terroristas» se ha reducido en un 55% desde el despliegue de los refuerzos estadounidenses en Irak en junio, pero las armas iraníes en manos de los insurgentes siguen siendo una amenaza, aseguraron ayer en Bagdad varios oficiales de Estados Unidos.

 «Los ataques terroristas están en su nivel más bajo desde enero de 2006. Han bajado un 55% desde la llegada de los refuerzos en junio», indicó el almirante Gregory Smith, portavoz del ejército estadounidense, en una conferencia de prensa.

 La decisión del presidente estadounidense, George W. Bush, de enviar 28.500 soldados adicionales se tomó en febrero, pero los refuerzos no estuvieron operativos hasta junio, explicó.

 «El número de víctimas civiles ha caído en un 60% en Irak, y en Bagdad esta cifra se sitúa en un 75%», añadió el almirante Smith.

 También consideró que Irán representaba una seria amenaza. «Sin ninguna duda, lo repito. Irán es el principal proveedor de armas, de formación y de financiamiento para numerosas milicias», afirmó.

 El ejército estadounidense acusa a Teherán de apoyar la formación de extremistas chiitas para que ataquen a sus soldados en el país, cifrando en más de 200 el número de sus hombres víctimas de bombas fabricadas en Irán y proporcionadas a los grupos chiitas.

 A principios de noviembre, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, indicó que Irán se había comprometido con Bagdad a frenar la entrada de armas en Irak.

Soldados tocan la puerta

 Los soldados estadounidenses llaman antes de entrar, evitando tirar las puertas abajo, y tratan de ser amables en sus operaciones de búsqueda de miembros de Al Qaida, lo que demuestra que los tiempos y los métodos han cambiado en Irak.

 Cuando apenas ha amanecido en la aldea sunita de Al Awsat, cercana a Bagdad, un hombre de dos metros de alto y uniformado se detiene frente a la puerta de una granja.

 Mientras tanto, otros militares estadounidenses toman posiciones alrededor del muro del recinto y sobre los techos cercanos, con el dedo en el gatillo.

 El oficial levanta el puño y llama a la puerta.  En el interior de la vivienda modesta se oyen carraspeos, y justo después, la puerta se entreabre despacio.

 «Soy el teniente Janis del ejército de Estados Unidos», anuncia el jefe de esta unidad, que obtuvo recientemente como misión tomar Al Awsat y detener a seguidores de Al Qaida en Irak.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas