Atención a cada sector de Salud

Atención a cada sector de Salud

En aproximadamente doce meses, los hombres y mujeres que han estado en primera línea de los intensos servicios hospitalarios por la enfermedad del SARS-CoV-2 han ascendido en la admiración y respeto de la sociedad a los que siempre son acreedores por la naturaleza de sus desempeños.

En el intervalo, han salido a relucir las condiciones adversas que en el orden laboral los afectan. Es tanto como decir que la pesada carga y los enormes riesgos en que tienen que cumplir tareas los médicos, personal de enfermería, bioanalistas y demás auxiliares en regular contacto con pacientes en hospitales, no los hace recibir del empleador el trato que corresponde, por lo que resultan más dignos de elogios y solidaridad.

En ocasiones sale a relucir la comprensión de su importancia en altas esferas, por lo menos en lo que se refiere a los médicos, en atención básicamente a sus posiciones gremiales combativas.

Un sector de poca inhibición al exigir respuestas a reclamos, con un extenso historial de confrontación con gobiernos.

Sus causas tienen un efecto movilizador del oficialismo, aunque les falle a veces. Una condescendencia infrecuente para los demás conglomerados sometidos a largas y exigentes jornadas imprescindibles para el funcionamiento de los centros de salud, públicos y privados. Por sus vitales roles, debería ser objetivo permanente la dignificación de sus oficios, sobre todo en lo salarial.

Perjuicios para la niñez pobre

Menos expuestos, aunque sin escapar del todo, a las transmisiones del SARS-CoV-2, los niños de bajos estratos sociales del país viven bajo el acoso de otras insalubridades.

Exacerbadas por la desatención atribuible a un estado de emergencia que concentra atención y concede prioridad a la pandemia.

Sufren por la interrupción de servicios esenciales de protección a la salud y educativos y porque los trastornos de actividades llevan más pobreza a sus hogares y retardan sus aprendizajes.

Ahora enferman más y la mortalidad es mayor en recién nacidos, párvulos y adolescentes al llegarles la repercusión colateral del mal mayor: el coronavirus.

La voz de alarma de la Sociedad Dominicana de Pediatría no se ha hecho esperar en función de un estudio reciente sobre la realidad de la niñez situada en familias de escasos recursos.

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