Atenciones a la frontera

Atenciones a la frontera

POR JOSÉ PEÑA SANTANA
El triunfo logrado por el Dr. Leonel Fernández Reyna en los comicios recién celebrados, en la mayor parte de la zona fronteriza sin duda alguna lo coloca en posición de atender los reclamos y las necesidades de una región tradicionalmente sometida a infrahumanas formas de vida y despejada de una naturaleza que es ubérrima en otros lugares del suelo de la República y que tanto en el sur como en el norte, se niega a sus gentes, requiriendo que se impulsen formas de trabajo, aún en el campo agrícola, diferentes a las que se impulsa en otras partes del país.

La provincia de Bahoruco, que siempre votó por el Partido Revolucionario Dominicano o por el Partido Reformista Social Cristiano, esta vez se inclinó por el Partido de la Liberación Dominicana y aliados, más que nada, por las esperanzas que despertó su candidato, el Dr. Fernández Reyna, en unas gentes cansadas de las promesas incumplidas y de debatirse siempre bajo el mismo palio de frustraciones que son propias de una región tan vasta y de particulares bellezas; en esa Provincia el triunfo fue inesperado, pero sintomático de una visión sobre un candidato que a partir del 16 de agosto tendrá que velar por todas las gentes, pero que tendrá que recurrir a cuanto pueda, para satisfacer un ansia nunca jamás satisfecha.

Es verdad que tres provincias fronterizas, Pedernales, Independencia y Montecristi, dieron el triunfo al candidato a la reelección, el actual Presidente, Agron. Hipólito Mejía, pero también es cierto que ni los mismos dirigentes a cargo de la campaña del Dr. Fernández Reyna se esperaban el triunfo en Bahoruco o en el resto de una frontera que únicamente encontró apoyo decidido en las políticas de Rafael L. Trujillo y, en menor escala, durante las varias administraciones del Dr. Joaquín Balaguer, pues si bien en este momento se han realizado inversiones cuantiosas, principalmente a través de la Dirección General de Fronteras, no es menos cierto que no se trazó una política de características nacionalistas en esa raya imaginaria que separa los dos territorios nacionales que compartimos la isla de Santo Domingo.

Sobre la frontera no solamente tiene el nuevo gobierno que realizar inversiones, sino trazar un programa de trabajo que suponga aspectos tan vitales como la salud y la educación, el medioambiente y la seguridad, el crecimiento y el progreso de sus habitantes, la recuperación de suelos y unos nuevos conceptos de explotación agropecuaria, y, por supuesto, una determinación de entender que la frontera es compromiso de resguardo de la nacionalidad sin pérdida de un concepto humanitario que beneficie un país vecino que una vez, como colonia, fue mucho más rico que la patria dominicana, y que desde que se constituyó como Estado Nacional comenzó un lento período de regresión que no se ha detenido nunca, llevándolo a convertirse en uno de los pueblos más pobres del hemisferio.

Tengo la seguridad de que el Dr. Fernández Reyna tiene la capacidad para percibir la responsabilidad de los dominicanos, de todos los dominicanos, en relación con la frontera, pues no solamente en su calidad de nativo de nuestro país, sino como hombre internacionalista, con una visión global de los problemas y sus posibles soluciones, sabe que la diversidad de naciones no implica fusión de nacionalidades, sino que, por el contrario, entraña pluralismo basado en el entendimiento y desemejanza basada en la comprensión y las buenas relaciones, que es a lo que tiene que ir la República Dominicana en relación con sus vecinos de Haití; pero, para ello, también es indispensable, que una definida y firme política del país, afiance los valores dominicanistas de este lado de la frontera.

Con frecuencia se ve la cantidad de dominicanos que viajan, legal e ilegalmente, hacia el exterior; de las Provincias sureñas manan viajeros por cantidades incontables, que viven ahora en países más grandes, en Europa sobre todo, pero también en Estados Unidos; la pregunta que me he hecho con frecuencia es cuál sería de esa región si no tuviese el aliento de las remesas que envían a sus parientes aquí, esos hijos, esposos o hermanos que se fueron, y esa pregunta tiene que hacérsela el Dr. Fernández Reyna tan pronto llegue al Palacio Nacional, pues basándose en ella es que tendrá que alentar esa política fronteriza de la que hablamos, que, sin duda, estará basada en el programa de gobierno de su partido, pero también en ejecutorias propias para el bien de una frontera que espera mucho de él.

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* El autor es abogado y catedrático universitario.

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