Atentado palestino merma esperanza de paz con Israel

Atentado palestino merma esperanza de paz con Israel

BEERSHEVA, Israel (AFP).- Un kamikaze se inmoló el domingo por la mañana en la principal estación de autobuses de la ciudad israelí de Beersheva (sur), en el primer ataque suicida palestino desde la evacuación de las colonias isralíes de la franja de Gaza.

   En total, 40 personas fueron hospitalizadas, dos de ellas en estado grave, y la mayoría debido a la conmoción sufrida.

   El atentado fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, vinculadas a Fatah, y las Brigadas Al Qods de la Yihad Islámica, en una llamada telefónica a la AFP.

   «Este atentado fue perpetrado en nombre de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (de Fatah) y las Brigadas de Al Quds (de la Yihad Islámica) por Alaa Zaaki, de 25 años, originario de Beit Omar», entre Belén y Hebrón en Cisjordania, indicó este interlocutor.

   El ataque, que podría ser la venganza por la muerte de cinco palestinos el miércoles en Tulkarem (norte de Cisjordania), pone en la cuerda floja las crecientes perspectivas de diálogo y paz en la región.

   Nada más conocer la noticia, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, condenó el hecho y lo calificó de «acto terrorista».

   El atentado no fue una masacre gracias a que el kamikaze, que llevaba una bolsa sospechosa, fue interceptado por el conductor del autobús al que intentaba entrar y por dos guardias de seguridad, huyó y cuando iba a ser atrapado activó su carga explosiva.

   El ataque puso fin a la calma reinante en la región durante el desalojo de las 21 colonias judías de la franja de Gaza y de cuatro implantaciones aisladas del norte de Cisjordania, concluida el martes.

   El último atentado suicida palestino databa del 13 de julio, cuando un kamikaze de la Yihad Islámica mató a cuatro israelíes en Netanya, al norte de Tel Aviv.

   Tras las muertes de los cinco palestinos en Tulkarem, la Yihad Islámica, a la que pertenecían al menos dos de los fallecidos, había prometido una «dolorosa venganza».

   Según el portavoz del gobierno israelí Avi Pazner, el ataque es consecuencia de la falta de reacción de la Autoridad Palestina ante estos grupos.

   «Si los palestinos quieren seguir adelante con el proceso de paz, deben tomar medidas firmes contra grupos terroristas», exigió.

   Antes de iniciar su plan de retirada de las colonias de Gaza, el primer ministro israelí Ariel Sharon recordó a los palestinos que si había atentados en este periodo, la respuesta del ejército no tendría «precedentes».

   En principio, está previsto que las tropas israelíes abandonen la franja el 15 de septiembre, una vez completadas las demoliciones y el traslado de todas las estructuras militares.

   Después, se restituirá la tierra a los palestinos.

   No obstante, Israel seguirá controlando los accesos a Gaza por aire, tierra y mar, lo cual hace temer a los responsables palestinos que esta región se convierta en una gran prisión.

   Por otra parte, el gobierno israelí aprobó el domingo un acuerdo con El Cairo mediante el cual 750 guardias egipcios se repartirán a lo largo del límite con la franja de Gaza, para impedir el contrabando de armas y explosivos por parte de palestinos por túneles construidos bajo estos 14 km de frontera.

   No obstante, el Estado hebreo y los palestinos siguen sin llegar a un acuerdo sobre el paso fronterizo de Rafah, donde Israel desea seguir controlando el tráfico de personas y mercancías.

   Paralelamente, las autoridades palestinas se reunieron el domingo en Abu Dis, un barrio a las afueras de Jerusalén, dividido por el muro de separación que Israel construye en Cisjordania.

   Con esta reunión los responsables palestinos quisieron protestar simbólicamente por la continuación de la colonización israelí.

   La semana pasada, Israel anunció que construirá una gran comisaría en Maale Adumim, la gran colonia de las afueras de Jerusalén. También planea edificar 3.500 viviendas adicionales.

   Esto podría dejar a los palestinos de la parte este de Jerusalén, ocupada y anexada por Israel, aislados del resto de Cisjordania.

   El domingo, el primer ministro palestino Ahmed Qurei acusó a Israel de obstaculizar de esta manera la existencia de un futuro Estado palestino y de confinar a los palestinos de Jerusalén este a vivir en un «ghetto».

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