BOGOTA (AP) — A 23 aumentó el número de heridos por la detonación de cinco artefactos explosivos en el puerto de Buenaventura, mientras que ayer estalló otro y fue desactivado uno más, informó el alcalde de la ciudad, Saulo Quiñones. 

Cuatro personas más resultaron heridas el sábado por la tarde en otro atentado, pero en la ciudad de Ibagué, a unos 130 kilómetros al oeste de Bogotá.

Desconocidos hicieron estallar una bomba pequeña frente a un paradero de autobuses, según el coronel Enrique Cartagena, comandante del departamento del Tolima.  El director nacional de la policía, el general Oscar Naranjo, atribuyó el atentado en Buenaventura a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en venganza por el “abatimiento de alias J.J., de la captura de centenares de milicianos en los últimos 14 meses. Estamos hablando de la incautación de armamento, munición y explosivos”.  La explosión del sábado no provocó víctimas ni daños materiales de consideración.  Naranjo junto con Quiñonez presidieron un consejo de seguridad en Buenaventura, el principal puerto de carga del país, a unos 350 kilómetros al suroeste de Bogotá.

Luego de la junta anunciaron el ofrecimiento de 50 millones de pesos de recompensa (unos 25.000 dólares) por informes sobre los autores de la escalada de ataques iniciada el viernes por la noche.

 También se reportó el aumento del cuerpo de policía en 80 hombres que se dedicaran a realizar inteligencia en toda la ciudad.

 “Las FARC no pueden determinar el rumbo de la ciudad. Convoco a la ciudadanía para que se unan en el esfuerzo de fortalecer la seguridad de Bueventura”, señaló el oficial a la prensa.  “Yo no puedo convertir a Buenventura en un cielo.

Si no acabamos con esos bandidos seguirán tirando bombas”, añadió el presidente Alvaro Uribe.